¿Por qué los humanos perdimos la cola? Un nuevo estudio lo revela
Una simple mutación en un gen específico fue el culpable de la desaparición de la cola en los humanos
Un estudio lo ha demostrado modificando dicho gen en ratones, haciendo que les desaparezca la cola
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La pérdida de la cola en los seres humanos y su ausencia en los simios actuales constituye uno de los misterios más fascinantes en el ámbito de la evolución biológica. La investigación en este campo ha progresado notablemente, revelando aspectos cruciales sobre cómo y por qué ocurrió este fenómeno evolutivo que tuvo lugar hace aproximadamente unos 25 millones de años, y que ha resultado ser clave para nuestro devenir.
El gen culpable
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Un estudio de un equipo científico norteamericano ha buscado profundizar en la mutación de un gen específico, conocido como TBXT, que juega un papel central en esta transformación evolutiva. Según sus estudios, publicados en la revista Nature, nuestros antepasados perdieron sus colas debido a mutaciones que alteraron la función de genes esenciales para el desarrollo de la cola en los embriones. La mutación clave identificada en el gen TBXT se comparte entre los simios y los humanos pero no se encuentra en los monos, que todavía conservan sus colas.
Los investigadores descubrieron que una secuencia Alu, un fragmento de ADN presente en el genoma de los primates, se insertó en el gen TBXT, esencial para el desarrollo de la cola. Esta inserción alteró la función del gen, lo que llevó a la pérdida de la cola en el linaje evolutivo que conduce a los humanos y otros grandes simios. Esta mutación inserta aproximadamente 300 letras genéticas en la mitad del gen, afectando directamente el desarrollo de la cola. Lo han demostrado introduciendo esta modificación genética en algunos ejemplares de ratones, con el resultado de que dichos animales se desarrollaron sin cola, según afirma el citado estudio.
La investigación sugiere que esta mutación específica surgió en un ancestro común de los simios hace unos 20 millones de años. Curiosamente, la presencia de esta mutación no solo acorta la cola o previene su desarrollo en ciertos casos, sino que también puede causar defectos en la médula espinal. A pesar de estos riesgos, la mutación proporcionó una ventaja evolutiva significativa, permitiendo a estos especímenes sin cola sobrevivir y prosperar.
La importancia de tener cola
Es importante destacar que la cola había jugado un papel crucial en la movimiento y el equilibrio de los primates arborícolas. Los primates más antiguos, datados de hace unos 66 millones de años, utilizaban sus colas para mantener el equilibrio mientras se movían entre los árboles. La mayoría de los primates actuales, como lémures y monos, conservan sus colas.
Sin embargo, la transición hacia los simios sin cola sugiere un cambio evolutivo significativo que aún plantea preguntas sobre los mecanismos exactos y las ventajas evolutivas implicadas, además de relacionar este salto evolutivo con los fallos o defectos en el tubo neural, como los que causan la espina bífida y anencefalia, que ocurren en 1 de cada 1.000 humanos recién nacidos.
Aunque la pérdida de la cola en simios y humanos se atribuye en gran parte a la citada mutación en el gen TBXT, los investigadores continúan explorando otros genes que podrían haber contribuido a esta transformación y cómo la anatomía resultante, incluido el desarrollo del coxis en lugar de una cola completa, se ha estandarizado en la evolución humana y simia.
Este fenómeno ilustra la complejidad de la evolución y cómo las mutaciones genéticas pueden llegar a tener un impacto profundo y duraderos en la anatomía y la funcionalidad de las especies a lo largo del tiempo. La pérdida de la cola en los ancestros de los humanos y simios actuales es solo un ejemplo de cómo la evolución opera a través de cambios genéticos que pueden influir significativamente en la supervivencia y el éxito reproductivo de las especies en sus respectivos entornos.