En estos tiempos en los que el cambio climático está causando más estragos que nunca, todos los esfuerzos se centran en intentar buscar fórmulas que permitan reducir nuestra huella de carbono, incluso después de la muerte. El arzobispo Desmond Tutu, héroe de la lucha contra el apartheid y Premio Nobel de la Paz, ha sido una de las personas más sonadas que, concienciado con ecologismo, ha elegido la aquamación para después de su muerte. Te contamos en qué consiste este proceso y si es posible elegirlo en nuestro país.
Esta técnica surge como una alternativa ecológica para transformar el cuerpo en cenizas. No requiere de combustión, el consumo de energía es mínimo y consigue en unas horas lo que la naturaleza necesitaría casi 20 años en hacer. La cremación en agua es un proceso que imita la hidrólisis alcalina, que ocurre de forma natural cuando el cuerpo se descompone, para reducir el cuerpo a cenizas.
De acuerdo con un estudio realizado por la empresa británica Resomation, usar la cremación con agua en vez de llamas "reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente un 35%". Por su parte, la compañía Bio-Response, que se especializa en el proceso en Estados Unidos, indica que esa tecnología “reduce el uso de energía en un 90% en comparación con la cremación tradicional".
Durante el proceso, el cuerpo se calienta dentro de un ataúd en una cámara llena de agua con productos alcalinos que comienzan a desintegrarlo hasta dejar solo lo huesos. Una vez conseguidos, se trituran y lo que se obtienen son cenizas similares a las de la cremación. El proceso no dura más de dos o tres horas, es silencioso y utiliza 8 veces menos energía.
En nuestro país, de momento, se sigue considerando ilegal y es que no es fácil aceptar que el cuerpo se disuelva en un caldo químico. Sin embargo, pasó lo mismo cuando empezaron a realizarse las cremaciones en hornos, que no se permitieron en España hasta el año 1981.
En Estados Unidos, esta cremación verde se admite legalmente en 14 estados, pero solo en cuatro de ellos se puede utilizar para eliminar restos humanos, en el resto, de momento, solo se puede emplear para animales de compañía. Florida fue el primer Estado en instalar una máquina comercial para realizarla en 2011 y es una de las opciones más demandadas.