Ya que nos hemos concienciado de que tenemos que cuidar nuestro planeta está bien revisar las costumbres diarias sobre todo a la hora de recoger y tirar los restos después de cocinar. En casa nos vuelven locos las croquetas caseras y contamos con una pequeña freidora cuyo aceite usamos varias veces. La duda es dónde tirar el aceite usado, cuando ya ha perdido sus propiedades y no sirve. En Uppers hemos consultado cómo desechar el aceite de cocina usado, qué pasos seguir para reciclarlo correctamente y cumplir con nuestra aportación a la economía circular.
Al final de la vida alimentaria del aceite como protagonista de la dieta mediterránea sobre todo el de oliva virgen extra, suele quedar un resto principalmente después de freír los famosos cachopos, unos boquerones o un huevo. La duda es cómo deshacerse de ese resto, si se puede verter por el fregadero, echar por el váter o tirar con la basura orgánica. También se genera un sobrante tras abrir una conserva en aceite o con las grasas caducadas o en mal estado y con la manteca de cerdo.
La buena noticia es que todo ello se puede reciclar porque tras pasar por un proceso de reacondicionamiento entra a formar parte del ciclo de fabricación de otros productos como materia prima. El aceite usado y lo restos de grasas de cocina se emplean en cosmética (cremas, mascarillas, jabones…), decoración (velas), en la producción de limpiadores (detergentes o jabones), en el sector agrícola (compostaje), en el industrial (pinturas) y en la fabricación de combustibles (biodiesel) y lubricantes.
Al contrario, cuando no se recicla y se vierte en los circuitos del agua de casa, ya sea un desagüe, el fregadero o el váter, una mínima cantidad de aceite usado de cocina es capaz de contaminar miles de litros de agua. Las consecuencias son desastrosas, obliga a invertir más esfuerzos productivos y económicos en las áreas de depuración del agua y si llega a desembocar en un río o en el mar deja sin oxígeno al agua afectando a todo el ecosistema.
En todas las localidades ya hay un punto limpio al que llevar el aceite usado de cocina e incluso muchas zonas disponen de contenedores específicos para ello a pie de calle junto al resto de contenedores para envases o cartón. Son de color naranja y cuentan con una abertura donde verter el aceite, pero no directamente, sino dentro de un recipiente de vidrio o de plástico. Eso quiere decir que es en los puntos de reciclaje de aceite donde separan el líquido de los envases facilitando la tarea al ciudadano.
Antes, para llegar al punto limpio o acceder a un contenedor es imprescindible seguir unos pasos en casa para procesar el aceite usado como corresponde. Estos son los pasos:
Con cierta frecuencia este aceite se recoge y se transporta a centros de procesamiento donde se somete a distintos procesos para eliminar los residuos. Después se almacena en cubas y se envía a los centros de transformación. El valor ecológico del aceite reciclado es muy significativo porque previene la contaminación del medio ambiente y evita los vertidos de los que los ecosistemas tardan mucho en recuperarse. De igual forma implica ahorrar energía y la necesidad de otras materias primas.