La sequía ya nos parece un asunto muy serio. Al 90% de los españoles les preocupa entre mucho y bastante la falta de lluvias en nuestro país, según el barómetro del mes de mayo del CIS. Es más, el 70,7% ha modificado alguna práctica cotidiana de su vida diaria para ahorrar en el consumo de agua. Si no llueve de forma abundante antes del verano, es posible que empiecen a aplicarse restricciones en muchos municipios y localidades. Por eso es importante procurar reducir nuestro consumo del líquido elemento. En ese sentido, la OCU ha recomendado una serie de gestos que podemos aplicar en nuestro día a día en el hogar.
No por lógica deja de ser una medida absolutamente necesaria. Se trata de cerrar el grifo cuando no se está usando para gastar menos agua, por ejemplo cuando estamos lavándonos los dientes o enjabonamos los platos. Pero también es recomendable comprobar si tenemos un grifo eficiente. La OCU aconseja dejar correr el grifo durante un minuto y medio y medir el agua recogida. Si son menos de cuatro litros se trata de un grifo eficiente. Si es más, podría ser interesante cambiarlo.
Otro truco que se puede aplicar es un limitador de caudal o un aireador. Sirven para optimizar el consumo de agua y los puedes conseguir en cualquier ferretería.
Otro elemento que genera un gran consumo y al que normalmente no se le presta atención es el inodoro. Puede tener la cisterna elevada, situada sobre él o empotrada. En los dos primeros casos hay un truco consistente en desarmar la cisterna y colocar una botella de plástico llena de agua en su interior. Así la cisterna no se llena en su totalidad y cuando la vacíes reducirás el consumo.
En el caso de las cisternas empotradas, tienen una serie de llaves que ajustan el caudal de agua que se usa. Basta con quitar la tapa y colocarlas en la posición para que salga el agua que se necesita sin desperdiciar nada.
Tampoco hay que usar el inodoro como si fuese una papelera y luego tirar de la cisterna. Algodones o toallitas, directamente a la papelera.
En el momento de la ducha se consume mucha agua. Una persona puede gastar de media 50 litros durante una ducha que dura cinco minutos, según la OCU. Pero esta cifra es mucho amplia mucho más si en vez de una ducha se hace un baño. Para llenar la bañera se necesita un gasto de 200 litros de agua.
Así pues, mejor ducha. Y, si puede ser, de cuatro minutos. Tiempo más que suficiente para asearnos de forma adecuada sin desperdiciar el agua por el sumidero.
A la hora de fregar los platos, lo más recomendable es usar el lavavajillas siempre que se pueda. Se gasta mucha menos agua cuando se utiliza un electrodoméstico que lavando a mano. Cuando se use el lavavajillas o la lavadora intenta que estén llenos. Si no hay más remedio que usarlos a media carga, se recomienda ajustar el programa para que gasten la menor cantidad de agua posible.