No te quemes: trucos para enfriar la casa sin tocar el aire acondicionado
Según datos de Kronos Homes, la mitad de los hogares no tiene aire acondicionado, y entre los que lo tienen, dos de cada diez no pueden permitírselo
Además del económico, el impacto medioambiental es otro de los factores disuasorios de su uso a la hora de combatir el calor
Según el IDAE, cada grado que desciende la temperatura supone entre un 5% y un 7% de gasto elevado para el consumo y la factura de final de mes
Según datos que maneja la empresa de diseño y arquitectura Kronos Homes, en la mitad de los hogares españoles no hay acondicionado y en los que lo tienen, en dos de cada diez no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada utilizándolo, lo que hace más necesario que nunca recurrir a trucos caseros para enfriar la casa, especialmente teniendo en cuenta que cada año las temperaturas son más elevadas en la época estival y que las olas de calor se repiten frecuentemente.
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Para empezar...
Hay muchas maneras de contribuir a mantener una temperatura confortable al interior de las casas. Y lo mejor es combinar dos o más de ellas. Por ejemplo, ventilar la casa es uno de los métodos más simples y efectivos para reducir la temperatura interior de una vivienda, siempre que se haga a un horario adecuado. Durante las noches, abrir las ventanas puede ayudar a la circulación de aire fresco, al contrario de lo que ocurre durante el día, cuando es necesario cerrar ventanas, persianas o cortinas puede impedir la entrada de aire caliente. Es importante también practicar la ventilación cruzada para que el aire no se quede dentro sino que circule a través de toda la estancia. Pero la ventilación servirá de poco si durante el día no bloqueamos el ingreso de los rayos solares. Las cortinas, persianas y toldos son los mejores aliados para bloquear la luz solar directa, y mejor si son de colores claros, estos tejidos reflejan la luz del sol en vez de absorberla. En caso de tener jardín, también puede ser muy efectivo plantar árboles o instalar pérgolas con enredaderas que proporcionen sombra y reduzcan el calor que puede llegar a absorber la vivienda del exterior.
Por otro lado, es importante aislar paredes, suelos y techos, sobre todo si se vive en un ático. Sellar las rendijas y los huecos de puertas y ventanas para evitar la entrada de aire caliente. Y si combinamos esto con la instalación de algún tipo de fuente de agua, mejor que mejor, ya que el agua ayuda a absorber y dispersar el calor. Mantener los electrodomésticos apagados la mayor parte del tiempo también ayuda, así como el uso de bombillas LED de bajo consumo.
Algunos trucos caseros de toda la vida
Colgar toallas húmedas en las ventanas: este truco resulta más efectivo en los días que corre brisa pero funciona realmente.
Bañeras de agua: colocar un recipiente grande, como un barreño, lleno de agua fría contribuye a reducir la temperatura de una habitación. El agua se evaporará lentamente, enfriando el aire circundante.
Ventiladores de techo: los ventiladores, entre ellos los de techo, crean una agradable corriente que permite que la temperatura interior sea percibida como más baja de lo que realmente es.
Sábanas de algodón: las sábanas de algodón son más transpirables que las confeccionadas con otros tejidos y pueden ayudar a dormir mejor las noches que hace mucho calor.
Andar descalzos sobre pisos fríos: quienes posean suelos de baldosas o de piedra pueden aprovechar que siempre están frescos para caminar descalzos y así rebajar la temperatura corporal.
Refrescar el cuerpo: beber mucha agua, comer alimentos frescos como frutas y verduras, disfrutar de platos típicos de la época estival como gazpacho, o darse una ducha fría ayuda a bajar la temperatura corporal.
Disfrutar de plantas de interior: algunas plantas, como el aloe vera o el ficus, contribuyen a que el mercurio no se dispare en el interior de la vivienda.
Fabricar un acondicionador de aire casero: llenar un tazón con hielo y colocarlo frente a un ventilador hará que el hielo se derrita y el ventilador arroje un aire más fresco.
Aprovechar las camas con dosel: las personas que tengan una cama con dosel pueden aprovechar la estructura para colgar sábanas húmedas que rebajen la temperatura de la habitación y permitan conciliar mejor el sueño.
Usar colores claros en la decoración: pintar las paredes de colores claros, usar tejidos apagados para el sofá, la cama o los cojines, y elegir puertas y muebles blancos ofrece una mayor sensación de frescor.
Usar ventiladores portátiles: los ventiladores portátiles pueden ser útiles para enfriar habitaciones o zonas específicas de la vivienda, y tienen la ventaja de que pueden transportarse de una estancia a otra.