Hablar del universo y, en general, de cuestiones relacionadas con la astronomía, supone un ejercicio de plantear preguntas más que de enumerar certezas. El conocimiento humano sobre lo que nos rodea en el espacio exterior es tremendamente reducido: la catedrática en Astrofísica de la Universidad de Edimburgo Catherine Heymans apunta, por ejemplo, que no se sabe "nada" del 95% del universo. Las dudas se mantienen, incluso, con respecto a los cuerpos celestes más próximos a la Tierra, aquellos que, en la teoría, deberíamos conocer mejor. Así ocurre con uno de nuestros planetas vecinos, Marte. Un reciente descubrimiento científico plantea nuevas dudas sobre sus movimientos: sus días cada vez son más cortos.
Como los otros siete planetas del Sistema Solar (Plutón dejó de ser oficialmente uno de ellos en 2006, pasando a considerarse planeta enano), Marte gira en torno al Sol, pero también sobre sí mismo: son los movimientos de traslación y rotación, respectivamente. Cada uno de ellos realiza ambos a velocidades distintas. la Tierra tarda 365 días y 6 horas en dar una vuelta completa alrededor del Sol, y solo 24 horas en dar un giro entero sobre sí misma. El planeta rojo tiene un tiempo de traslación de 687 días terrestres, y un tiempo de rotación de 24 horas, 39 minutos y 35,244 segundos. Pero este segundo período es cada vez menor.
Marte gira cada vez más rápido. En concreto, se acelera anualmente cuatro milisegundos de arco, o, lo que es lo mismo, cada día se acorta una fracción de milisegundo, como se deduce de los datos recogidos por la sonda Insight de la NASA. Es una reducción ínfima, inapreciable. Pero lo verdaderamente importante es que los investigadores no han sido capaces de determinar, con certeza, por qué ocurre. La duda tiene una especial relevancia ya que esta particularidad contradice lo que ocurre en la Tierra: las tendencias a largo plazo indican que la rotación de nuestro planeta se desacelera, al contrario.
En el caso de nuestro hogar azul, esto se explica debido a la Luna, y al afecto de frenado que aplica al redistribuir la masa terrestre tirando por los océanos. Marte no los tiene así que, ¿qué puede estar pasando? En la revista Nature acaban de publicarse todos los datos de la mencionada sonda, y posibles hipótesis al respecto de lo recogido .
La explicación a la que apuntan los especialistas en sus especulaciones entiende que la rotación de Marte se ha visto afectada por la redistribución de su masa (el motivo detrás de la desaceleración del planeta azul). ¿Por qué podría ocurrirle esto al planeta si no cuenta con masas marinas que puedan entrar en la ecuación. En esencia son dos las posibles teorías: la acumulación de hielo en los polos de la superficie marciana, o el resurgimiento de los profundos glaciares bajo las aguas de Marte.