¿De verdad las bolitas de plástico de la costa gallega pueden acabar en tu estómago?
La llegada de millones de pequeñas bolas de plástico blancas a las costas gallegas suponen un desastre ambiental que recuerda al del 'Prestige'
Al no descomponerse, los pellets terminan fragmentándose en micropartículas que son ingeridas por el plancton, la base de toda la cadena alimentaria marina
Cientos de voluntarios están organizando acciones de recogida en las costas gallegas, aunque al llegar totalmente esparcido es un trabajo muy laborioso
21 años después del 'Prestige', otro desastre ambiental vuelve a golpear las costas de Galicia. La llegada de millones diminutas bolas de plástico blancas, o pellets, tras haber caído en diciembre al mar varios contenedores que iban a bordo del mercante 'Tocano' cuando navegaba por aguas portuguesas, supone una catástrofe cuyo alcance real todavía no conocemos, pero que tendrá consecuencias tanto en el ecosistema marino como en la economía local y en la salud. Porque, aunque no lo creas posible, estos microplásticos pueden terminar en nuestros estómagos.
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Lágrimas de sirena tóxicas
Los pellets, también conocidos como 'lágrimas de sirena', son pequeñas bolas de menos de 5 milímetros de tamaño que se utilizan para fabricar productos de plástico. Los encontrados en las costas gallegas han sido identificados como estabilizadores de luz UV. Este producto químico es tóxico, huele, flota en el agua y se deposita en las playas y las rocas con las mareas. Luego se entierra en la arena y se mezcla entre los fragmentos de conchas y algas. Además de su propia toxicidad, atraen a otras toxinas absorbiéndolas como una esponja.
Por su forma y tamaño, muchos animales como las aves, los peces o los crustáceos los confunden con huevos de pez, por lo que terminan en sus estómagos causándoles la muerte por dejar de comer. Al no descomponerse, terminan fragmentándose en micropartículas que son ingeridas por el plancton marino, la base de toda la cadena alimentaria marina.
Las especies que sobreviven acumulan estas sustancias contaminantes en sus tejidos. Y esas son las que llegan a las redes de los pescadores, después pasan a los mercados y terminan en nuestra mesa. Y finalmente en nuestros organismos.
Pellets presentes en casi toda la costa
La Asociación Noia Limpa ha confeccionado un mapa con los diferentes puntos donde han aparecido estos plásticos diminutos, y ha constatado que ya estén presentes en casi toda la costa. Los vertidos de estos pellets de plástico han llegado a A Illa de Arousa, pasando por Ribeira, Noia, Muros, Carnota, A Coruña, Burela o Foz, entre otros. Y aunque aún es pronto para saber si está relacionado con el vertido, se han encontrado ya delfines y aves muertas.
Las bolsas encontradas llevan el nombre de la empresa Bedeko Europe, una empresa con sede en Polonia, productora y distribuidora de este tipo de productos plásticos. Según ha podido averiguar NoiaLimpa, se reportó la pérdida de mercancía de seis contenedores del 'Tocano' cerca de Viana do Castelo, Portugal, y uno de estos seis contenedores llevaba pellets en un número indeterminado de sacos.
Cómo colaborar en las acciones de recogida
Ante la extrema gravedad de la situación y a falta de una Administración que tome el timón, cientos de voluntarios están organizando acciones de recogida en las costas gallegas, y animan a cualquier que quiera ayudar a acudir a las playas con guantes y sacos para cribar la arena.
El objetivo primordial es recoger los sacos de 25 kilos antes de que se rompan en las rocas, aunque es complicado debido a que los plásticos que llegan a las costas están totalmente esparcidos. Hay que tener en cuenta que estas bolitas tienen el tamaño de un grano de arroz, así que se trata de un vertido equivalente a 50.000 granos de arroz que hay que retirar tamizando la arena, cogiendo cada uno con los dedos.
El colectivo Adega (Asociación para la Defensa Ecolóxica de Galicia) ha habilitado un formulario online para apuntarse como voluntario y preparan salidas organizadas con seguro de accidente y en coordinación con los ayuntamientos. Por otra parte, particulares y grupos sociales se mantienen en continuo contacto a través de una comunidad de WhatsApp, Limpeza de Praias, que incluye a casi un millar de miembros y 28 grupos distintos por zonas del mapa. Y en las redes sociales se multiplican los hashtags #nuncamais, #mareabranca y #outramais, y una consigna clara: "Nuestro mar no es un vertedero".