Aunque no tengas un jardín en casa si eres de esos amantes de las plantas seguro que tienes unas cuantas repartidas por tu hogar para dar un toque verde, más alegre y lleno de vitalidad a las estancias. La jardinería es tu pasión o tu hobby e incluso puede que hayas montado un pequeño huerto urbano en casa para tener plantadas unas cuantas cosas. Más allá del abono convencional y regarlas ,con la basura o los restos puedes hacer compost casero, algo que será muy beneficioso para tus plantas y su crecimiento. ¿Quieres saber cómo hacerlo?
Gracias al compost casero no solo tus plantas te lo agradecerán, también el planeta, pues es una mezcla o abono totalmente natural que puedes hacer a partir de los restos de cáscaras de frutas, restos de verduras, hojas secas y otros deshechos de jardín y cocina que serán fabulosos para tus plantas y de gran calidad sin ningún tipo de sustancia química, algo que tus plantas o huerto agradecerán lo más grande. Hasta el propio ministerio para la Transición Ecológica cuenta con un manual de compostaje para conseguir el mejor abono ecológico. ¿Preparado para ponerte manos a la obra?
Lo primero que necesitas es una pila o un compostador, si tienes este último genial, aunque no es del todo necesario, pero si tienes espacio suficiente el compostador es la mejor opción, pero si no lo tienes la pila te irá de perlas para preparar el compost para tu plantas. Una vez tienes el recipiente donde vas a ir echando los restos y se va a ir mezclando de forma que se produzca el abono es el momento de organizarse bien, pues no es echar los restos y ya.
Hay que tener en cuenta que hay materiales orgánicos que se descomponen antes que otros, pero lo ideal es utilizar una gran variedad de ellos para que sea de lo más beneficioso. Eso sí, cuanto más triturados estén los materiales, antes se obtendrá el compost para tus plantas mezclando productos de rápida descomposición como hojas o maleza, con otros más lentos, como trozos de fruta y verdura, restos de plantas, flores viejas, cáscaras de huevo o huesos de frutas.
De todas formas, hay ciertos productos que es mejor no mezclar ni introducir en la mezcla, como son la carne y el pescado, lácteos, productos con levaduras o grasas, las heces de perros y gatos, los restos de la aspiradora, pañales desechables o cenizas de carbón.
Hay que recordar que cada vez que se echa un nuevo producto al compost hay que removerlo bien para lograr que se mezcle al máximo con los productos más antiguos. Además, debe tener cierta humedad, sin llegar a empaparse, por eso cada cierto tiempo hay que echarle un poco de agua, especialmente cuando añades productos secos a la mezcla.
De esta manera habrás transformado los residuos orgánicos que generas en casa en una mezcla ideal para tus plantas, su crecimientos y su aspecto. No cabe duda de que lleva su trabajo para que los materiales no se pudran, añadiendo poco a poco los productos y mezclándolos para que conformen una masa homogénea marrón que se mezclará con la tierra que tienes en tus macetas, en tu jardín o en tu huerto en forma de abono natural y ecológico que pronto dará resultado reavivando tus plantas u ofreciéndote productos exquisitos de tu huerto.
Ya ves que hacer un buen compost no es tan complicado pero sí que lleva su tiempo y su dedicación para completar una buena mezcla que haga de abono ecológico para tus plantas a la vez que reciclas esos materiales orgánicos que de lo contrario hubiesen ido a un contenedor. Pero de esta forma se les da una segunda vida para mantener tus plantas o huerto en plenitud, alimentando sus raíces.