Monta tu propio huerto urbano en casa: pasos para conseguir tus propias frutas y verduras
Un huerto urbano puede ser el hobby que buscas, además de una actividad que podrás compartir con tus hijos
A veces echas de menos tu infancia. Aquel pueblo en el que creciste rodeado de naturaleza lo llevas en el corazón y vuelves siempre que puedes a hacerle una visita. Recuerdas aquellas tardes en las que ayudabas a tus padres con la huerta plantando semillas o recogiendo los frutos de muchos meses de esfuerzo. Te encantaría tener uno, pero vivir en un piso de la gran ciudad no ayuda. Aunque no lo impide. Por muy lejos que estés de la naturaleza puedes hacer una pequeña huerta en tu casa. Solo necesitas un espacio al que le entre luz natural y ponerse manos a la obra.
No nos vamos a engañar, un huerto urbano, por muy pequeño que sea lleva su dedicación, pero la satisfacción de ver como tus cultivos crecen y empiezan a dar sus primeros frutos no te la va a quitar nadie. ¿El lado positivo? Vas a poder recoger en tu propia casa verduras y frutas que antes comprabas en el supermercado, y lo más probable es que no solo se convierta en un hobby para ti, sino también para tus hijos.
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¿Qué vamos a necesitar?
Lo primero es elegir el lugar. Teniendo en cuenta que necesitamos que le entre luz natural, lo mejor es optar por un patio, una terraza, el balcón o si no se dispone de ninguna de ellas, una ventana también puede servir para establecer nuestra pequeña huerta siempre que reciba luz solar.
Ahora que hemos elegido el mejor lugar de casa para establecer el huerto, hay que elegir los recipientes en los que vas a plantar. Están las mesas de cultivo, las jardineras o las típicas macetas. La elección será mejor que la hagas dependiendo del espacio que dispones, no es lo mismo establecerlo en la amplitud de un patio o terraza que en una ventana. Eso sí, busca que el recipiente tenga la profundidad suficiente para que tus plantas puedan echar raíces.
¿Plantas o semillas?
Ya tienes gran parte de tu huerto urbano elegido, pero te queda lo más importante, elegir qué vas a plantar. Lo más probable es que te plantees si es mejor empezar con semillas o directamente comprar la planta. Bien, depende de tus preferencias y tu experiencia. Lo más fácil es hacerte con la planta y trasplantarla al recipiente que has elegido. Con los cuidados óptimos seguirá creciendo, y si todo va bien dará frutos pronto.
Pero si quieres dedicarle más tiempo y que todo siga su curso, hazte con unas semillas. Vas a necesitar paciencia para que crezcan, sobre todo con aquellas que llevan más cuidados. Otras casi crecen solas si se han plantado como es debido. Ver como poco a poco sale un pequeño tallo y se va convirtiendo en una planta, hasta que da sus primeros frutos es un proceso lento pero que te llenará de orgullo por haber creado un huerto urbano desde cero.
Con el huerto ya montado solo nos queda mantenerlo. Regar cada planta cuando se indica o controlando que la tierra se encuentra en buen estado. Si ves que es necesario o en tu tienda de jardinería te lo recomiendan, hazte con abono para que la tierra y tus plantas tengan los nutrientes necesarios para crecer.
Ahora que ya tienes el huerto preparado solo queda esperar a recoger los frutos. Tomates, lechugas, fresas o pimientos, pronto no tendrás que bajar al supermercado a por nada de ello porque lo tendrás en tu propia casa. Quién te iba a decir que en pleno centro de una gran ciudad ibas a poder tener una huerta que te recordase a la de tu infancia. Todo es posible con un poco de imaginación, así que ¡manos a la obra!