El nuevo volcán de La Palma entró en erupción a mediodía del domingo después de más de 25.000 terremotos que anunciaban su aparición en algún punto del entorno de Cumbre Vieja. Pero justamente hace ahora 50 años del último gran espectáculo vulcanológico en la isla bonita, cuando el volcán Teneguía estuvo expulsando lava durante prácticamente un mes. Era 1971 y hemos recuperado las semejanzas y diferencias que existen entre las dos erupciones de La Palma.
La tecnología
La primera gran diferencia que llama la atención es el gran uso que se ha dado de la tecnología disponible en la actualidad. Desde el pasado 11 de septiembre, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) comenzó a registrar un enjambre de terremotos en la zona sur de la isla de La Palma. Esto lo pudieron detectar gracias a la red de sismógrafos instalados en la isla como en Villa de Mazo, Breña Baja o Cumbre Vieja, donde finalmente ha tenido lugar la erupción.
Además, el IGN también dispone de otro instrumental que no estaba disponible en 1971 como una red de nivelación ortométrica de alta precisión para determinar las deformaciones del terreno y una estación de GPS en el Roque de los Muchachos, la zona más alta de la isla.
El Plan de Protección Civil
Fruto del buen uso de la tecnología y de toda la ciencia que se ha aplicado en esta erupción también se ha podido ganar tiempo a la erupción y salvar vidas. Gracias al Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA), aprobado en 2010, se han podido coordinar a todos los recursos de emergencias tanto de la isla como del resto de la Comunidad Autónoma.
De este modo, la población ha podido estar informada con anterioridad gracias al semáforo de riesgo del PEVOLCA, que había subido de verde a amarillo, lo que suponía aumentar la información que se le daba a la población, elaborar planes de evacuación preventivos por parte de las autoridades locales y llevar a cabo los traslados de personas con movilidad reducida incluso antes de que diera comienzo la erupción. Aunque no se ha podido evitar la destrucción de casas, al menos sí que se han salvado todas las vidas.
La mitad de magma que el Teneguía
Según los datos de los expertos, el nuevo volcán de La Palma tendría una cámara de magma de entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de magma. De confirmarse estos datos se trataría de un poco menos de la mitad de lo que expulsó el Teneguía en 1971, cuando, durante 24 días, expulsó 43 millones de metros cúbicos de magma. De ser así, también la duración de este evento volcánico podría, debería, ser menor que la de 1971.
Erupción estromboliana
La erupción del nuevo volcán de La Palma no difiere mucho de cómo estalló su predecesor en 1971. En ambos casos se trata de una erupción estromboliana, es decir, que se produce una primera fase explosiva en la que el magma y los gases aparecen de una manera más agresiva durante un periodo determinado de tiempo para, después, tranquilizarse y tener una erupción sin tanta explosividad.
Este tipo de explosiones se asemejarían a la apertura de una botella de cava: si la movemos antes de abrirla, en un primer momento aparecerá el líquido junto con el gas y se nos manchará el techo muy probablemente pero, después, podremos echar el cava de manera normal en nuestras copas. Por eso se espera que esta erupción se relaje en las próximas horas o días.
Fisuras norte-sur
Según explicaron los técnicos del INVOLCAN en la noche del domingo, el volcán había producido dos fisuras en la corteza terrestre por donde estaría saliendo el magma. Estas dos fisuras tendrían, a su vez, unas ocho bocas de extracción, y todas ellas habían llevado una dirección norte-sur. Precisamente es la misma dirección que también llevó la erupción del Teneguía en 1971, ya que siguen el mismo patrón por donde se distribuye el magma.
La destrucción que dejará a su paso
Desgraciadamente, tanto un volcán como otro van a dejar una rastro importante de destrucción a su paso. En el caso del Teneguía, los principales daños lo sufrieron los viñedos que circundaban la zona y algunas casas. Por entonces se calculó que las pérdidas causadas ascendían hasta los seis millones de pesetas de entonces. Las Salinas de Fuencaliente, famosas por dar un sal de gran calidad, se libraron por apenas unos metros del paso de la colada.
En el caso del nuevo volcán de La Palma, por ahora lo que se sabe es que el recorrido de la lava está destruyendo numerosas casas que se encuentra a su paso hacia el mar. En última instancia es probable que se encuentre con algunas instalaciones de plataneras antes de que termine, previsiblemente, en los alrededores de la Playa Los Guirres, en Tazacorte.