Móviles, impresoras y aspiradoras, los aparatos que más se estropean y más cara es su reparación
Más de un 28% de los problemas reportados en España por obsolescencia prematura se refieren a los teléfonos móviles
El motor de las aspiradoras y las baterías de los robots aspirador, también en el punto de mira
Te compras una nueva aspiradora para tu casa. A los tres años, ya fuera de garantía, se estropea misteriosamente y la pieza de su reparación te cuesta más que el propio aparato. Resignado, no te queda más remedio que comprarte otra. Acabas de ser víctima de la obsolescencia prematura que afecta, sobre todo, a móviles, impresoras y aspiradoras, según la OCU.
Los 'gadgets' que más se estropean
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Si tienes por casa algún aparato de hace 20 o 30 años, posiblemente, si lo enchufaras, aún seguiría funcionando hoy en día. Sin ir más lejos, el Nokia 3310, lanzado en 2000, es uno de los pocos móviles que ha pasado a la historia por ser uno de los más duraderos y que más lejos ha quedado de la obsolescencia prematura, pero es la excepción que confirma la regla.
Según el estudio realizado por la OCU a 1000 de sus socios, en el 40% de los casos el consumidor opta por no reparar, básicamente porque no le sale a cuenta, no renta. Sale más barato comprar un aparato nuevo antes que arreglarlo. Y ahí está el quid de la cuestión.
Además, el 28,3% de las denuncias recogidas por el barómetro de denuncias de esta organización tiene que ver con el mal funcionamiento de la batería de los móviles, la avería más común. No obstante, el sistema operativo también es percibido frecuentemente como otra causa de obsolescencia.
En cuanto a las impresoras, que acumulan el 9,7% de las denuncias por este tipo de trucos comerciales, el mayor problema viene asociado a aquellos modelos de inyección de tinta. Es muy habitual que los cabezales se estropeen o se sequen de manera más rápida de lo normal para tener que comprar nuevos. En la mayoría de las ocasiones, las impresoras solamente admiten recambios originales, lo que hace aumentar el precio de la 'reparación'.
Un escalón por debajo de los móviles y las impresoras se encuentran las aspiradoras, cuyos motores y baterías (robot aspiradores) llevan a quejarse al 8,7% de las personas encuestadas. Por detrás se situarían la falta de fiabilidad de los televisores (8,3%) o los problemas que dan las tablets (7%).
Reparaciones vs compras nuevas
Ya lo dice el refrán: 'lo barato sale caro'. En muchas ocasiones, reparar, por ejemplo, una impresora que compraste a un precio irresistible puede ser más caro que hacerte con una nueva. Esto ocurre por dos factores: el PVP era un precio de entrada para venderte después complementos más caros y los repuestos, al final, no siguen esa misma lógica de ofertas agresivas: su precio es el que es, sin descuentos.
Ante esta disyuntiva, a los usuarios no les queda más remedio que volver al mercado a comprar un producto nuevo. En la encuesta de la OCU, el 27% de los usuarios afirmaban no reparar un producto por el alto precio que tenía, seguido de un 11% que había perdido la confianza en la marca y un 8% que no sabía dónde dirigirse para la reparación.
De todos ellos, al 60% se le había estropeado el móvil en los últimos cinco años y el 46% había decidido no repararlo; al 50% la lavadora, y el 45% no lo había reparado; y al 48% el ordenador con un 32% de no reparaciones.
La Unión Europea, contra la obsolescencia
A finales de 2019, la Unión Europea puso coto, por fin, a la obsolescencia prematura con una nueva directiva que obligaba a las empresas fabricantes a ofrecer repuestos de sus productos hasta pasados 10 años después de su compra.
La norma, que no entrará en vigor hasta 2021, obligará a las empresas a vender las piezas de repuesto a los técnicos de reparaciones, ampliando desde los siete años de la legislación española actual hasta los 10 que proponen desde Europa. Con esta medida se intentará reducir el nivel de contaminación medioambiental en la Unión Europea y los costes de reciclaje.