El calentamiento global sigue imparable. Si no tomamos medidas individuales y a nivel político, el planeta que conocerán nuestros nietos será muy diferente del que estamos viviendo nosotros. Precisamente han sido ellos los que han empezado a moverse para llamar la atención a los gobiernos actuales sobre las consecuencias de sus acciones, o inacciones, políticas.
Coincidiendo con la Cumbre por el Clima que se desarrolla en Nueva York, el panel de científicos que estudia los efectos del cambio climático bajo el auspicio de la ONU, el IPCC, ha publicado un estudio en el que concluye que el aumento del nivel del mar se ha acelerado y, si no se toman medidas drásticas, es imparable. Han calculado, siendo optimistas, que para 2100 los océanos hayan crecido un metro de altura. De hecho, entre 1901 y 2010 el nivel global medio del mar subió considerablemente (una media de 0,19m).
Esto supondría que muchos de los paisajes que conocemos ahora a nivel del mar se verían gravemente modificados o, directamente, desaparecerían. Estos son algunos de los paisajes que nuestros nietos tendrán que ver en fotos a finales de siglo porque ya no existirán como hasta ahora.
La tercera desembocadura más grande de toda la cuenca del Mediterráneo está en alto riesgo de desaparición si, tal como indica la ONU, el mar sube un metro de altura para 2100. De hecho, los efectos ya son visibles: el mar presiona al delta cada vez más rápido, y este no puede aportar los sedimentos necesarios para parar ese crecimiento debido a que, en muchas ocasiones, se quedan kilómetros arriba en las presas que existen. Una vez más, la mano humana detrás de la catástrofe natural.
El Parque Nacional de Doñana, un ecosistema único y de suma importancia para la migración de las aves también estará expuesto a la subida del nivel del mar. Sus marismas ya están en riesgo actualmente por el aumento de los índices de fósforo procedentes de los químicos que echan a los cultivos de alrededor y también por la extracción ilegal de agua, pero todo esto podría quedarse en anécdota para 2100, cuando el mar lo inunde todo con agua salada.
Al igual que Doñana, la Albufera sería uno de los primeros lugares en desaparecer por la subida del nivel del mar Mediterráneo. Este humedal, catalogado como de los más importantes de Europa, ya está sufriendo hoy por hoy la explotación intensiva por parte de los agricultores de arroz que la circundan y que han hecho que, durante 2019, la Fiscalía de Valencia haya alarmado de "la gravedad del daño y al equilibrio y sostenibilidad medioambiental" que supone dicha explotación descontrolada.
Según un informe de la revista Nature fechado en 2018, la ciudad canaria sería la más afectada por el aumento del nivel del mar. Se encuentra construida a tan solo un metro sobre el nivel del mar, por lo que un ascenso de las aguas hasta ese nivel sería catastrófico para la capital tinerfeña. Además, en la isla también estarían gravemente amenazadas las poblaciones de Candelaria, Santa Cruz de la Palma y San Andrés y Sauces.
De seguir con el actual ritmo de deshielo de los polos, la revista Nature calculó que estas dos localidades gaditanas quedarían parcialmente inundadas para antes de finales del presente siglo. Y, por el momento, no parece que la situación mejore: desde 1992 se calcula que se han derretido tres billones de toneladas de hielo de la Antártida, y en 2019 se han registrado los niveles más bajos que se recuerdan de permafrost, es decir, el hielo permanente del Polo Norte.
Las previsiones tampoco son buenas para San Vicente de la Barquera. Si se mantienen las previsiones que maneja la ONU y el nivel del mar aumenta diez veces más rápido de lo que lo hizo en el siglo pasado, la localidad cántabra podrá quedar inundada para 2100, pero los efectos se verán desde mucho antes, con la llegada de mareas más intensas e inundaciones parciales cada vez más frecuentes.
Sin duda es uno de los paisajes que estará más a merced de la subida del nivel mar. Se calcula que, por cada 15 centímetros de subida en vertical, el mar podría ganar cinco metros en horizontal, por lo que localidades como La Manga, Los Alcázares, Los Cuarteros e incluso el propio aeropuerto de San Javier podrían sufrir graves inundaciones provenientes del mar.
El cambio climático también afectará a otros paisajes de suma importancia por su valor cultural y natural. Estos son algunos de ellos.
La ciudad fundada por Alejandro Magno hace más de 2000 años se está hundiendo debido al aumento del nivel del mar. Según los expertos, desde 2012 el agua ha aumentado 3,2 milímetros, suficiente como para poner en jaque los cimientos de partes importantes de la ciudad que alberga la biblioteca más importante del planeta.
Si la ciudad italiana ya se estaba hundiendo por la degradación de los sedimentos sobre la que está construida, con el aumento del nivel del mar este problema se agravará hasta el punto de que la ciudad podría quedar sumergida en la segunda mitad del siglo XXI.
Este país de Asia del Sur está formado por alrededor de 1200 islas. De todas ellas, 16 ya han tenido que ser desalojadas por culpa del aumento del nivel del mar. En los próximos años se esperan evacuaciones y recolocaciones aún en más, y, si nadie lo remedia, el archipiélago quedará totalmente sumergido a finales de siglo.
Este lugar paradisíaco está sirviendo como termómetro del Océano Pacífico, y los datos no son nada halagüeños. Además, se prevé que en los próximos años el fenómeno de El Niño se fortalezca y cause problemas adicionales a la propia subida del nivel del mar.