Lío horario mundial: ¿qué países no se someten al cambio de hora?
El horario de verano es un arreglo por el cual los relojes se adelantan para aprovechar más las horas de luz diurna.
Normalmente, el reloj se adelanta una hora, y el cambio se aplica durante la mitad del año, empezando en marzo o abril y volviendo al horario normal en septiembre u octubre en el hemisferio norte, y a la inversa en el hemisferio sur.
El horario de verano es un arreglo para aprovechar más las horas de luz diurna. Normalmente, el reloj se adelanta una hora, y el cambio se aplica durante la mitad del año, empezando en marzo o abril y volviendo al horario normal en septiembre u octubre en el hemisferio norte, y a la inversa en el hemisferio sur.
Uno de los primeros en plantear que se perdían muchas horas de luz solar fue el político e inventor estadounidense Benjamin Franklin, pero no se le puede atribuir el invento del horario de verano. También se tiene constancia de que algunas civilizaciones antiguas, como la egipcia o la romana, ajustaban sus actividades diarias a los cambios de luz estacionales.
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Sin embargo, el cambio estacional de hora se empezó a desarrollar a finales del siglo XIX y principios del XX. Fueron el entomólogo neozelandés George Hudson y el constructor británico William Willett los primeros en presentar artículos en los que se planteaba el adelanto de los relojes como forma de ahorrar energía y dinero.
Pese a la atención que atrajeron sus propuestas, no fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando el cambio de hora se aplicó de manera generalizada. La necesidad de ahorrar recursos energéticos para la contienda llevó a que Alemania adelantara la hora en abril de 1916 y rápidamente países como Reino Unido, EE. UU. y otros les siguieron.
Este cambio de hora se dejó de aplicar tras la contienda y se volvió a poner en uso de manera generalizada durante la Segunda Guerra Mundial y la crisis del petróleo de los años 70, de nuevo de forma puntual y como medida de ahorro. De hecho, no se aplicó de manera uniforme y hubo países que lo usaron solo en función de las necesidades del momento.
Alrededor de 140 países han usado alguna vez el horario de verano y cerca de 70 lo aplican actualmente. Es más, todos los países de la Unión Europea están obligados a cambiar la hora a la vez para evitar desfases entre los miembros. Así, en la UE el periodo de verano comienza el último domingo de marzo y termina el último domingo de octubre.
No obstante, los europeos llevan años pidiendo que deje de aplicarse el horario de verano y, tras una consulta ciudadana llevada a cabo por la Comisión Europea en 2018, el Parlamento Europeo aprobó terminar con el cambio de hora en 2021, pero los Estados miembros aún no se han puesto de acuerdo en cómo ni cuándo hacerlo.
El horario de verano también se mantiene en EE. UU., México y Canadá, aunque hay algunos territorios de estos países que no lo aplican, como Arizona en EE. UU., Saskatchewan en Canadá o Sinaloa en México. Además, dentro de México no todos los territorios cambian el reloj al mismo tiempo: mientras la mayor parte del país adelanta la hora el primer domingo de abril, una treintena de pueblos y ciudades fronterizas con Estados Unidos lo hacen quince días antes para estar sincronizados con sus vecinos del norte, con los que están estrechamente ligados a nivel económico.
Muchos otros países en el resto del mundo, como Argentina o China, utilizaron el horario de verano pero que ya no lo aplican. En Chile, Paraguay y el sur de Brasil son las únicas zonas que lo aplican de América Latina, aunque de forma inversa al estar estos territorios en el hemisferio sur. Por el contrario, en Asia, Oceanía y África el cambio de hora prácticamente no se utiliza: solo países como Marruecos, algunos de Oriente Próximo como Irán, Israel o Líbano, y algunas zonas de Australia utilizan el horario de verano.
Históricamente, el motivo que llevó a su instauración fue el ahorro de energía, aunque no existen pruebas concluyentes que hayan demostrado su utilidad. Además, en la actualidad los avances tecnológicos en materia de eficiencia energética han conseguido que el ahorro sea mínimo en comparación a los problemas que genera el horario de verano: se critica que el cambio horario perjudica la actividad económica.
El problema se incrementa entre países vecinos con distintos husos horarios y que aplican el horario de verano en momentos distintos o cuando uno de ellos no lo aplica, como es el caso de Bielorrusia y Polonia: están en distintos husos horarios y, además, Bielorrusia ha dejado de aplicar el cambio de hora.
Curiosidades de los husos horarios
Puede que el tema del horario en España parezca un auténtico caos, y de hecho así podría considerarse, pero no es, ni mucho menos, el único. El caso de Francia es similar al de España, ya que también le correspondería una hora menos de lo que tiene en su parte continental. Podríamos mencionar, también, a Argentina y otros muchos.
Además de eso, el país galo es el que tiene una mayor amplitud de husos horarios del mundo si contamos los Territorios de Ultramar. Sin contar el caso francés y sus colonias, el país con más husos horarios es Rusia, con 11. Hay algunos estados, incluso, que no siguen la norma internacional de horas completas, como la India, que es UTC+5:30.
El mundo debería estar dividido en 24 husos horarios, pero existen 38. Además, hay países que tienen la hora que no deberían, países que deberían estar en días diferentes y algunos que incluso se han saltado días. Y por si todo esto fuera poco, hay países que cambian la hora y países que no lo hacen.