Por fin el otoño. La estación amable y crepuscular que tanto nos gusta. Y para la que siempe tenemos propósitos gustosos: sacar la ropa de invierno mientras tocamos la lana de ese jersey con las yemas de los dedos. Pisar las hojas secas del suelo y notar su crujir. Irnos de finde a la casa del pueblo y quedarnos hipnotizados delante de la luz y el calor del hogar. El café caliente mientras jugamos a las cartas entre amigxs. Saltar charcos con tu pareja en un parque bajo un cielo de sol otoñal. Y sobre todo, querernos mucho. ¿Cuál de ellos te apetece más? ¿Se te ocurre algún otro?