La posibilidad de encontrarnos ante un apagón generalizado que además dure un tiempo empieza a tener sentido. Según los expertos, “la culpa” sería de las olas monstruo eléctricas. En Uppers hemos consultado las publicaciones de los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) qué explican qué son las olas monstruo eléctricas y por qué las olas monstruo eléctricas podrían generar un gran apagón eléctrico.
Tal como avanzan, “la corriente de la red eléctrica oscila como una onda. Por eso es crucial que los sistemas que la vuelcan en la red estén sincronizados. Si no, se propagan ondas desordenadas que pueden causar 'olas monstruo' y dañar gravemente la infraestructura eléctrica”.
Tal vez se entienda mejor comparando esas olas monstruo eléctricas con las paredes de agua que ocasionalmente se producen en el mar y se lo llevan todo por delante. El fenómeno también lo describen desde el CSIC. Esas paredes de agua llegan cuando, por casualidad, durante un pequeño periodo de tiempo se sincronizan en una todas las olas. Lo normal es que avancen en muchas direcciones con frecuencias y longitudes de ondas distintas.
Según los investigadores del CSIC, lo que sucede en el sistema eléctrico se parece en alguna medida a ese suceso marino. La corriente eléctrica fluye por la red de forma alterna oscilando como una onda. Hay ocasiones en las que la frecuencia “no está perfectamente afinada en la red” produciendo que en ciertas zonas la tensión baje a cero bruscamente con apagones en cascada.
También es posible que la potencia se junte y se sincronice llegando a ser 10 o 20 veces mayor de lo que debería. La consecuencia de ello es una desintegración de las líneas de alta tensión y de las estaciones transformadoras. Se trata de turbulencias no habituales pero sí posibles.
En Europa la red eléctrica está interconectada. A medida que se han ido incorporando pequeños sistemas renovables pero cuyo número crece, la red cada vez es más grande y sigue interconectada lo que incrementa las posibilidades de los sucesos descritos. “La integración de todas las redes del continente lo máximo posible para transportar la energía intermitente de las renovables” se ha llevado a cabo prescindiendo de muchos de los necesarios sistemas adicionales de estabilización porque encarecen mucho los costes.
La red eléctrica europea se ha planificado en base a un modelo de grandes centrales con hidroeléctricas, térmicas, nucleares, de ciclo combinado, entre otras, que suministran mucha potencia. Cuando hay una anomalía el sistema puede desconectar esa zona. Sin embargo, actualmente se añaden un gran número de unidades de producción que generan menos cantidad de energía como paneles solares o turbinas eólicas. Por tanto, las anomalías aumentan y se propagan rápido con lo que podría ser que se reaccionara tarde o que fuera inevitable la consecuencia más nefasta.
Desde el CSIC apuntan que España “está relativamente a salvo de este riesgo”. La red eléctrica española “está poco interconectada con la del resto del continente”. De este modo, ante una ola monstruo eléctrica en Europa, “será relativamente sencillo desconectarnos mientras dure el peligro”.