Sarah, la agricultora ecológica que recogió el testigo de su padre: "Quien quiera naranjas que nos escriba, no sale rentable cogerlas"
Sarah ha pedido ayuda en redes sociales para evitar el desperdicio de las naranjas ecológicas que cosecha
Su comprador se ha echado atrás y ahora, tanto su madre como ella tienen excedente de producto
Se encarga del negocio junto a su madre desde el fallecimiento de su padre
En tiempos de éxodo rural y auge del fenómeno 'España vaciada', un conjunto de irreductibles jóvenes se ha propuesto darle una segunda vida al campo y demostrar que la agricultura es uno de los sectores económicos capitales de nuestro país. Son los nietos e hijos de las personas que se han encargado de labrar, recoger y nutrir de frutas y verduras a la población durante los últimos 50 años. Una de ellas es Sarah, una joven valenciana que, tras el fallecimiento de su padre, recogió el testigo del negocio familiar ecológico de producción y cosecha de naranjas. Ahora, está pidiendo ayuda debido a la palabra incumplida por parte de su comprador.
Contra el desperdicio alimentario
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En un post de Instagram que ya acumula más de 24.000 reproducciones, Sarah ha contado la situación a la que tanto su madre como ella se han visto abocadas. "En septiembre, nuestro comprador nos dijo que contáramos con él. Pero ahora, en enero, nos ha dicho que no va a comprarnos nada de nuestra cosecha", explica la agricultora, que forma parte del casi 5 % de personas menores de 35 años que se dedican a esta labor en España, de un total de 782.000 según la última estadística de población activa.
Regalo de naranjas
"Nos encontramos con el problema", continúa, "de que toda nuestra cosecha está en los árboles. Todo el esfuerzo que hemos puesto, no solo esta temporada, sino desde que decidimos que todo nuestro campo sería ecológico, se ve ahora en peligro, porque nuestra naranja puede terminar en el suelo". Es por ello que, en una decisión conjunta con su madre, la otra regente del campo, han determinado que van a donar toda la naranja que tienen a las personas que quieran acercarse.
¿Cómo puedes conseguirlas?
La idea tiene como objetivo evitar el desperdicio alimentario y poner en valor la agricultura sostenible, que se ha visto reforzada a raíz de la polémica generada por los medios de comunicación a causa de las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas. Para hacerse con ellas, solo hay que seguir una serie de sencillos pasos. Tal y como puede observarse en @econavelinataronges, la cuenta oficial del negocio familiar en Instagram, basta con enviar un mensaje de texto a través de Whatsapp con los siguientes datos:
-Nombre y apellidos
-Número de acompañantes
-Número de teléfono
De esta forma, las responsables del producto te citarán y confirmarán cuando puedes pasarte por el campo para recogerlas.
La iniciativa, todo un éxito
La iniciativa ha sido todo un éxito, según han señalado desde Eco Navelina. El pasado fin de semana, las citas se agotaron. Esta misma semana han reabierto las peticiones de cara al fin de semana que viene, con el objetivo de continuar con su particular cruzada contra el desperdicio alimentario y el aprovechamiento del producto ecológico, sostenible y de calidad.
El plan europeo por la agricultura sostenible
Es esa, precisamente, la línea de actuación que marca la Unión Europea en su Política Agraria Común (PAC), un plan dirigido a poner en valor la agricultura 'verde' y desarrollar un modelo agrario dirigido a ensalzar la sostenibilidad como factor catalizador de la actividad. Las premisas de Europa se basan en "construir un sistema alimentario sostenible", protegiendo y mejorando la variedad de plantas y animales del ecosistema rural. Con ello, se busca también minimizar la huella de carbono y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en la UE de aquí a 2050.
Pero no solo se trata de hacerla sostenible por el factor medioambiental. El plan también va dirigido a garantizar la supervivencia de un oficio que, a día de hoy, no goza de una perspectiva de futuro halagüeña. Más allá de los reductos de juventud concienciados de la importancia de esta labor, lo cierto es que las generaciones actuales de niños y jóvenes no parecen interesados en el medio rural. Es cada vez más difícil encontrar a personas que, por su propia voluntad, quieren dirigirse hacia esta labor. Reorientar la actividad y ofrecer nuevos retos es clave a este respecto.
"Las medidas adoptadas en estos ámbitos abordarán algunos de los mayores retos a los que se enfrentará la UE en los próximos años", reza la web de la Política Agraria Común, que parece consciente de la necesidad de redibujar el panorama agrario europeo.