Si tienes móvil de empresa es posible que te hayas preguntado alguna vez si tu jefe tiene derecho a supervisar los mensajes de Whatsapp que hayas enviado o recibido. Pues bien, si creías que te protege el derecho a la intimidad debes saber que tu superior puede controlarte si lo usas para trabajar, aunque con matices. Te contamos todo lo que que tienes que tener en cuenta.
En primer lugar debes tener claro que si tu teléfono y la cuenta de WhatsApp que utilizas en él son totalmente personales nadie tiene permitido acceder a las conversaciones. Sin embargo, en cuestiones laborales va a depender precisamente de tus condiciones laborales.
La normativa española deja claro que los servicios y dispositivos cedidos por una empresa son propiedad de esta. Pero sobre el hecho de incluir cierta vigilancia en ellos hay una condición importante: la notificación e información previa. No hablamos de espionaje del contenido sin conocimiento y sin consentimiento, sino de la potestad del empleador de llevar un control sobre las herramientas que se utilizan dentro de la relación laboral.
Por regla general, un empleado no puede tener un expectativa razonable de privacidad cuando se comunica por herramientas informativas facilitadas por el propio empleador, es decir, tanto dispositivos como servicios. Desde un punto de vista jurídico, la empresa puede controlar y monitorizar las herramientas que usan sus empleados cuando estas han sido facilitadas por la propia empresa. WhatsApp, correo electrónico y ordenador incluidos. Eso sí, siempre debe existir una notificación previa y una reglas de uso definidas para el trabajador sobre dichas herramientas.
En cualquier caso, no deberías usar Whatsapp para el trabajo, te lo permite tu jefe o no, pues el servicio prohíbe expresamente en sus términos su uso para otro fin distinto al personal, al menos para la variante no Business. Además, aunque WhatsApp no almacena datos de los mensajes en sus servidores sí contiene la información de la libreta de direcciones de cada uno de sus usuarios. Y el uso de estos datos de entornos empresariales tiene un tratamiento diferente respecto a la cesión personal.
Por tanto, y recapitulando, tu jefe podrá controlar tu Whatsapp siempre que forme parte de un dispositivo proporcionado por la empresa y se hayan definido de antemano los límites y las reglas de uso para las herramientas de la propia empresa. Es decir, debes haber sido avisado de antemano de que podrás ser controlado.