Así está siendo el relevo generacional de los astronautas españoles: "Tras Duque y López-Alegría, necesitábamos nuevo talento"
Con la elección del ingeniero leonés Pablo Álvarez, de 34 años, y la biotecnóloga también leonesa Sara García, de 33, España volverá a tener astronautas en el espacio
Javier Ventura, portavoz de la ESA, valora la importancia de contar con gente formada recientemente, actualizada en nuevas tecnologías y con ilusión
La nueva promoción de la ESA incluye profesionales de carrera, miembros de la reserva y otro con una discapacidad física para un proyecto de viabilidad
Es la primera promoción de astronautas europeos que se elige desde 2009 y contamos con dos españoles, los leoneses Pablo Álvarez, ingeniero de 34 años, y Sara García, biotecnóloga de 33, como reserva. El último español nombrado, también el único en la historia de la ESA, fue el exministro Pedro Duque, en 1992. Han pasado, por tanto, 30 años y España necesitaba volver a tener astronautas en el espacio.
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Traspaso de conocimientos
La alegría no puede ser mayor, aunque ahora, como ha indicado Pablo, lo están viviendo como una "montaña rusa de emociones". Uno de los primeros en transmitir su satisfacción ha sido Duque a través de su cuenta de Twitter: "En especial, me honra dar el relevo a Sara y Pablo como representantes españoles en el cuerpo de astronautas". Añadió además que han sido muchos años de esfuerzo de España y ahora "sus profesionales, sus autoridades, sus empresas, se ven reconocidos".
También la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, que participó en la reunión de París donde se decidieron los nombres de esta nueva generación para la ESA, ha declarado que España merecía formar parte de ella. "Nuestro país ha hecho una fuerte apuesta por el sector aeroespacial en los últimos años para liderar programas espaciales".
Necesitamos gente que rebose entusiasmo
En la sede de la ESA en España se están viviendo días de vértigo, con llamadas de todas partes del mundo, especialmente de los medios de comunicación, interesados por conocer hasta el último detalle. Javier Ventura Traveset, su portavoz, nos narra cómo han recibido la noticia y la importancia que tiene la presencia de Pablo Álvarez y Sara García como nuevos astronautas de la Agencia Espacial Europea.
"Como en la mayoría de los sectores tecnológicos -indica a Uppers-, es muy importante para el sector espacial disponer de nuevo talento, con gente recientemente formada, actualizada en nuevas tecnologías, que aporten nuevas ideas. Gente con ilusión por los nuevos retos, que contribuyan a la innovación y a nuevos paradigmas en la forma de hacer las cosas. Que además rebosen entusiasmo y perspectiva a largo plazo".
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No es un reemplazo de lo viejo por lo nuevo
En su opinión, no se trata de un cambio. "Los mejores equipos -aclara- son aquellos que combinan personas con mucha experiencia en programas espaciales, que saben dar estructura, estrategia y organización, con gente más joven, con energía, ilusión y con perspectiva a largo plazo para los nuevos proyectos. Esa es la fórmula ganadora".
Son las demandas de la nueva carrera espacial, con un programa de exploración que impone necesidades a corto, medio y largo plazo. "Precisa continuidad y una estrategia muchas veces ya definida para los próximos 10 o 20 años. Es esencial por ello disponer de un cuerpo de astronautas que nos garanticen ese corto y largo plazo, combinando generaciones de astronautas de varias selecciones, típicamente realizadas en intervalos de una década". Pablo y Sara completan ese cuerpo de astronautas con diferentes edades y grados de experiencia.
Listo para futuras misiones con la vista puesta en la Luna
Pablo iniciará su entrenamiento básico a partir del 1 de abril en el centro de preparación de la ESA en Colonia (Alemania). Durará un año y, si lo completa, será oficialmente astronauta. Será entonces cuando pase otra nueva tanda de entrenamientos específicos para entrar en órbita. Una vez terminado este intenso programa, estará listo para hacer frente a misiones clave para el futuro de la exploración aeroespacial. Entre ellas, la misión a Marte y el esperado regreso a la Luna, previsto para 2030. Sara, como suplente, es consciente de que sus oportunidades de vuelo serán más limitadas, pero confía en ponerse el traje de astronauta, al menos para misiones más cortas o proyectos de ensayos tecnológicos.
La Agencia ha escogido cinco titulares, once reservas y un astronauta discapacitado, el cirujano británico John McFall, primer astronauta con discapacidad de la historia. Después de un accidente de motocicleta que acabó con la amputación de su pierna derecha a la edad de 19 años, McFall aprendió a correr nuevamente, se convirtió en atleta profesional de atletismo en 2005 y representó a Gran Bretaña e Irlanda del Norte como velocista paralímpico. Con el programa de astronautas con discapacidad, la agencia espacial europea quiere entrar en una nueva era de estudio de las condiciones y tecnologías que garanticen misiones seguras también para estas personas.
¿Quiénes son estos jóvenes?
Pablo Álvarez, firme candidato a ser el primer español en pisar la Luna, es ingeniero aeronáutico graduado por la Universidad de León y máster por la Universidad Politécnica de Varsovia. Ha trabajado en varios proyectos de la multinacional Airbus, en España, Francia y Reino Unido, y también como arquitecto mecánico del rover ExoMars de la ESA, diseñado para buscar vida en Marte, aunque su lanzamiento quedó suspendido tras la ruptura entre Europa y Rusia por la guerra de Ucrania. Domina el inglés, el francés y el polaco. Tiene una pequeña discapacidad en la pierna izquierda, aunque no lo suficientemente acentuada como para entrar en la cuota de astronauta discapacitado.
Sara García, biotecnóloga, estudió en la Universidad de León y en el Centro de Investigación de Cáncer de Salamanca, con varios premios a la excelencia académica. Como investigadora posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, lidera un proyecto para descubrir nuevos fármacos contra el cáncer en el laboratorio de Mariano Barbacid. Es aficionada al submarinismo, al Krav Maga (sistema oficial de defensa personal del Ejército Israelí), al paracaidismo y al entrenamiento personal. Su sueño es "hacer ciencia de alto nivel en condiciones de baja gravedad"
Tras conocer su elección, Pablo declaró su ídolo fue desde pequeño Pedro Duque y reconoce que es quien "abrió este camino para todos", si bien nunca creyó que pudiese llegar a hacer algo como lo que él hizo. Tampoco Sara acaba de despertar. "De pequeña se me pasó por la cabeza, pero lo descarté, me parecía algo poco viable. Me gustó siempre la investigación, la ciencia, quería contribuir a hacer del mundo algo mejor".
Los sueños se hacen realidad, pero hay que invertir
Ahora repiten como un mantra que, a veces, los sueños se hacen realidad e insisten en la necesidad de invertir en ciencia para llegar a lo más alto. Su próximo reto es convencer a sus padres de lo que está por venir. Según han confesado, sabían que eran personas inquietas, que no se conforman fácilmente, pero cuentan con su apoyo absoluto. Otra cosa es imaginar a sus hijos viajando por el espacio. A pesar de compartir ciudad natal, generación y universidad, estos dos jóvenes no se conocieron hasta entrar en el proceso de selección.
A las pruebas se presentaron 22.523 candidatos válidos, más del doble que en la anterior convocatoria de 2008. De los 1.341 españoles (1.043 hombres y 298 mujeres), solo 28 pasaron a la segunda ronda de pruebas. Entre ellas, un test psicotécnico de once horas. Además de estudios de nivel de máster o superior en el campo de las ciencias y tres años de experiencia profesional, se exige el dominio de un idioma, aparte del inglés, aptitudes físicas y mentales, entrenamiento en submarinismo y natación y capacidad para actuar en equipo y bajo tensión.
En torno a los 60.000 euros de sueldo
Deben medir entre 1,50 y 1,90 metros y tener una edad máxima de 50 años. En sus habilidades cuenta también el talento para la divulgación y la comunicación, puesto que serán embajadores de la ESA. Su salario está entre 5.400 y 8.600 euros netos mensuales libres de impuesto nacional sobre la renta.
El único español seleccionado por la ESA para viajar al espacio hasta el momento había sido Pedro Duque, que viajó dos veces al espacio, en 1998 y 2003. A él se suma el hispanoestadounidense nacido en Madrid Miguel López-Alegría, seleccionado por la NASA.
El sueño de la conquista espacial vuelve a los astronautas
La carrera espacial, que desde sus inicios fue un asunto de enfrentamiento hostil entre superpotencias, estaba empezando a ser un duelo entre ricos y famosos, con Jeff Bezos y Richard Branson como principales protagonistas. En los últimos tiempos sus viajes a la estratofera habían devuelto el interés por el espacio, pero con un carácter puramente mitómano. Gracias al proyecto Blue Origin, del millonario Bezos, el actor William Shatner, famoso por ser el capitán Kirk de Star Trek, viajó al espacio el 13 de octubre de 2021 durante diez minutos con 90 años.
El hombre que inspiró a numerosas generaciones para soñar con el espacio entró en la historia por ser el hombre de mayor edad en el espacio. Antes de despegar, Shatner reflexionó sobre el valor de ver el contraste entre la hostilidad del espacio y la calidez de la Tierra para apreciar nuestro planeta. No es, desde luego, la idea de Elon Musk, el último en discordia, cuya intención es "morir en Marte, tras vivir allí unos cuantos años".
Afortunadamente, para los astronautas la carrera espacial algo más que una idea excitante. Como ha declarado Pablo al diario El País, para llegar a Marte antes "tienen que llegar los robots. Hay que trabajar en eso, hay que desarrollarlo y luego irán los humanos".