Pocas cosas atraen tanto la atención de niños y mayores como la inmensidad del espacio. Desde muy pequeños nos atrae la posibilidad de vida en otro planeta, los marcianos o la naves espaciales. Y después lo que nos fascina es la enormidad del cosmos en comparación con lo infinitamente minúsculos que somos. Para todos los amantes de la astronomía, la Universidad de Johns Hopkins ha creado Map of the Universe, el primer mapa interactivo que muestra todo el universo observable y permite desplazarse a través de él, "desde la Vía Láctea hasta el límite de lo visible".
El Mapa del Universo ha sido creado a partir de los datos que el telescopio del observatorio Apache Point en Nuevo México, Estados Unidos, ha recogido escaneando el cielo casi todas las noches durante 20 años. El denominado proyecto Sloan Digital Sky Survey (SDSS) llegó a cartografiar una cuarta parte del cielo visible y con toda esa información el astrónomo Brice Ménard y el artista Nikita Shtarkman han creado este mapa interactivo que muestra las posiciones y colores reales de 200.000 galaxias.
“Los astrofísicos de todo el mundo han estado analizando estos datos durante años, lo que ha dado lugar a miles de artículos y descubrimientos científicos. Pero nadie se tomó el tiempo de crear un mapa hermoso, científicamente preciso y accesible para personas que no son científicos. Nuestro objetivo aquí es mostrar a todos cómo es realmente el universo” ha explicado Ménard, también profesor en la Universidad John Hopkins.
El desarrollo del proyecto comenzó “hace dos o tres años. No es difícil generar el mapa porque tienes todos los datos, pero es muy difícil crear un buen mapa. Básicamente, estás trabajando en la escala más grande que existe”, cuenta Shtarkman. El mapa es una esfera saturada de puntos, en el que cada uno de esos puntos es una galaxia. Como sería imposible mostrarlo de manera clara han optado por "dibujar" una parte del mismo en dos dimensiones.
Para visualizar esa escala el mapa se presenta como un corte o porción de pizza del universo, siendo la Vía Láctea el punto que está situado en la base del mapa. En el extremo opuesto se muestra el primer flash de radiación emitido poco después del Big Bang hace 13.700 millones de años. Esta radiación no se observa como luz visible pero sí como ondas de radio y es conocida como radiación de fondo de microondas, el límite del universo observable.
Según viajamos hacia las más lejanas galaxias el color cambia. Cuanto más lejos está, más roja parece. Se explica porque la luz de las galaxias a diferentes distancias también nos llega a diferentes longitudes de onda. "El hecho de que a partir del diminuto punto situado en la parte inferior de este mapa podamos imaginar todo el universo observable dice algo sobre el poder de la ciencia", asegura el astrónomo.