No vamos a decir aquí que es un 'clamor popular', pero que un 75% de españoles tenga entre sus propósitos usar menos el móvil, es altamente significativo. ¿Cuánto es menos? Como señala en un informe de la UOC, "en España, cerca del 50 % de los usuarios de teléfonos inteligentes están conectados entre una y cuatro horas diarias a internet a través de sus móviles, según datos de Statista. De hecho, algo más del 4 % pasa más de ocho horas diarias frente a la pantalla de su teléfono". Ocho horas mirando una pantalla en nuestra algo insostenible que incluso puede ser perjudicial para la salud.

Toda acción genera una reacción. Y al parecer la vuelta de dispositivos sin conexión a internet -¿recuerdas lo que era simplemente 'hablar' por teléfono?- es una realidad. Porque ¿Qué ocurre cuando incluso entre los más jóvenes ya es 'tendencia aquello' de desconectar? Que el mercado te ofrece una solución. Y aunque los 'dumbphones' "se orientan en su marketing a personas mayores que no se han adaptado a los 'smartphones' y prefieren usar un terminal 'de los de toda la vida'", según explica César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, y director del máster universitario de Desarrollo de Sitios y Aplicaciones Web de la UOC, no es menos cierto que el los teléfonos tontos han dejado de ser una solución para un handicap de la edad, para ser una alternativa de desconexión a cualquier edad.

"Un segundo mercado que está surgiendo, ahora que se ha extendido un movimiento que quiere alejar a niños y preadolescentes de las pantallas, es el segmento de edad que va de los doce a los dieciséis años, con padres que preferirían aplazar el uso del 'smartphone' hasta los dieciséis, pero que sí quieren que sus hijos tengan un teléfono móvil", añade el profesor, investigador del grupo Technology Enhanced Knowledge and Interaction Group (TEKING).

Sobre cuánto ha calado esta tendencia a estar menos conectados no hay cifras precisas. Es difícil saber cuántos 'dumbphones' se venden en España actualmente, aunque un estudio de SPC recoge que el 12,2 % de los usuarios ya ha cambiado su teléfono inteligente por un "teléfono tonto". "Se está escuchando más esa tendencia de que generaciones más jóvenes y digitales están buscando aproximarse a este tipo de dispositivos porque dedican muchísimo tiempo a estar conectados, ya que su vida gira en torno a esas aplicaciones a las que se conectan desde su móvil", apunta Silvia Martínez. "El hecho de carecer de estas opciones de conectividad les ayuda a marcar distanciamiento y a disfrutar mejor de su tiempo, con alternativas de ocio y distracción", dice la profesora Silvia Martínez en el informe de la UOC. Además, señala que más allá de los dispositivos en sí mismos, es importante "tomar consciencia del punto de dependencia o alta exposición que tenemos, y tener la voluntad de cambiar hábitos y rutinas".