Las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Posiblemente, quitando las de 2020, sean unas de las vacaciones más extrañas: con medio país abierto, el otro cerrado, la hostelería despertando, unos vacunados y otros no. Por eso, a la hora de elegir un establecimiento en el que quedarte a pernoctar durante unos días, es importante que sigas una serie de precauciones para que no te den gato por liebre y, cuando llegues a disfrutar de tu merecido asueto, te encuentres con una desagradable sorpresa.
La Policía Nacional se ha hecho eco de las recomendaciones del Observatorio de Seguridad Informática, que ha publicado un extenso artículo con sugerencias para no picar en los timos que circulan por internet a la hora de buscar y reservar alojamiento vacacional.
Una de las pistas principales que nos va a hacer sospechar son las fotos que están publicadas en el anuncio. Según el OSI, "hay que revisar atentamente las fotografías. Si hay pocas, son de mala calidad o son robadas de otro sitio, ¡que salten las alarmas! Estamos ante una posible estafa".
Cuanto más datos haya de a quien le vamos a alquilar el alojamiento, mejor. Asimismo, cuanta mejor valoración tenga por parte de la comunidad de usuarios, menos riesgo. "Si nos da poca información o pone pegas para comunicarse en la plataforma y nos ofrece otras vías de comunicación o pago... No te la juegues".
Nadie da duros a pesetas. Y, en época estival, encontrar un chollo es prácticamente imposible. Todo el mundo aprovecha para subir los precios y "hacer el agosto", así que la tercera recomendación es que desconfíes si el precio es demasiado barato, si es el mayor chollo que has visto. "Los anuncios demasiado bonitos en zonas muy demandadas e imposibles de dejar escapar suelen ser un fraude".
En muchas ocasiones podemos recibir en nuestro correo electrónico ofertas y gangas que no podemos dejar escapar. Sin embargo, hay que tener especial precaución con estos e-mails porque nos pueden derivar a una web de phishing que lo único que quiere es quedarse con nuestros datos o, peor aún, que terminemos haciendo un pago a un ciberdelincuente creyendo que estamos reservando las vacaciones de nuestra vida.
"Revisa cuidadosamente las descripciones de los apartamentos. Si están escritos con prisas, con errores gramaticales, una mala redacción o errores ortográficos y parecen incompletos, probablemente se trate de un fraude", explican desde el Observatorio de Seguridad Informática.
A la hora de realizar el pago, asegúrate que estás en una pasarela de pago de un banco conocido, si puede ser a nivel nacional, y que te piden una autentificación en dos pasos; es decir, que te envíen un mensaje a tu móvil para corroborar el pago y cerciorarte de que, realmente, estás pagando a quien tienes que pagar.