Con 10 años ya tiene móvil: cómo saber si se nos ha ido de las manos la edad de su primer teléfono
¿Es muy loco regalar un móvil por la comunión? Si todos los demás lo tienen, ¿debemos claudicar?
Casi un 25% de los menores de 10 años tienen un teléfono, ¿tiene sentido?
Hablamos con una familia y con un experto para que nos ayude con la decisión
Es el gran dilema. El momento en el que va por un lado la edad de tu hijo y, por otro, las presiones fuertes del entorno directamente hacia la compra de un móvil. ¿En qué punto hacer que confluyan? ¿Doce? ¿Quince? ¿Dieciocho? "Nos decía que si no se quedaba fuera del grupo", explican unos padres. Y la respuesta general es ya mítica: "¿Porque todos se tiren por la ventana vas a ir tú detrás?". Vemos diferentes testimonios y hablamos con un experto de este controvertido tema.
Manuel e Inma tienen dos hijas, de 10 y 13 años. Ninguna de ellas tiene móvil. Ni siquiera Manuel tiene. Y ninguno de ellos lo tendrá en los próximos años, según me cuentan. "Es una decisión familiar – explica Manuel –, ellas lo quieren pero no hay necesidad, no una necesidad verdadera. Tenemos una tableta en casa en la que hemos descargado aplicaciones de mensajería, pero con la condición de que los adultos tengamos acceso a ello. El objetivo es enseñarles sobre responsabilidad y, con el tiempo, podrán tener un móvil, pero cuando de verdad sea necesario".
MÁS
Las cifras
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dos de cada tres niñas y niños de entre 10 y 15 años tienen teléfono móvil. Ese es el promedio pero dividido por edades, a los 10 años un 22,3% tiene móvil, la proporción aumenta al 38% con 11, sube al 64% con 12 y a partir de los 13 escala al 84% y llega al 94% con 15 años. Unas cifras que se duplicaron en apenas 15 años.
¿Para qué lo utilizan? Principalmente para enviar mensajes. Según un estudio realizado por ChildWise, envían unos 100 mensajes por día, ellas más que ellos: 30 los niños y 80 ellas. Aunque hay algunos que suben sus apuestas y envían hasta 200 a diario.
Pero, ¿a qué edad está bien?
"Es cierto – explica Leonor, madre de un niño de 11 que ya lleva un año con el móvil –. Se comunica todo el tiempo con sus amigos por teléfono. Se hablan más de lo que se ven. Estuvo casi un año pidiéndonos un móvil hasta que cedimos. Nos decía que si no se quedaba fuera del grupo".
Ese es uno de los motivos principales por los que padres y abuelos, sucumben a la presión de regalar un móvil: la presión de los pares, es decir "porque todos mis amigos o amigas tienen uno". Para Antonio Lavanda, coordinador de Psicología Educativa del Colegio de Psicólogos de Madrid, es cierto. "Nos encontramos ante unas presiones sociales de parte de los padres enormes y es muy difícil luchar contra ello", explica en conversación telefónica este psicólogo.
Pero los padres a veces no ponemos límites. Los móviles son una herramienta que puede ser de de gran utilidad, pero tiene sus riesgos y deben tener un control de acceso a internet. Por ejemplo el acceso relativamente fácil a pornografía sin educación previa, harán que lo vean como una realidad, cuando en verdad es una situación de adultos y es pura ficción". Este aspecto es muy importante.
A los 8, vídeos para mayores de 18
Un estudio realizado por Universitat de les Illes Balears, titulado 'Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales', señala que a los 8 años ya acceden a vídeos con contenido para mayores de 18 años. Algo que no solo es peligroso para su salud mental y sexual, sino también porque mucho de lo que ven en estas páginas ayuda a crear estereotipos machistas.
"Esa es una de las razones por las cuales solo dejamos que tengan una tablet en casa. Podemos controlar el historial, tenemos aplicaciones de control parental que impiden acceder a ciertas páginas y solo se usa durante algunas horas diarias", añade Manuel.
Control parental: trucos
Pero la realidad es que esto es una ilusión. La mayoría de los menores tienen un conocimiento de la tecnología mucho más avanzado que nosotros y se intercambian información constantemente para burlar los muros de seguridad que ponemos. Por ejemplo, aunque se bloqueen algunas aplicaciones, como YouTube, basta que alguien envía un enlace a un vídeo para que se pueda acceder a ella, de modo transversal.
Otra de las estrategias es borrar las aplicaciones censuradas y luego volver a descargarlas. También usan el gestor de contraseñas (que permite recordar las claves de acceso a ciertas páginas) para eludir el bloqueo. Y así decenas de estratagemas que se pasan de unos a otros.
"No podemos evitar que nuestros hijos tengan acceso a una tecnología que será clave en su futuro – concluye Leonor – y aunque a menudo intentamos limitar el tiempo de acceso, no siempre lo conseguimos, ya sea porque no estamos o porque nos pide unos minutos más… que se prolongan mucho. No sé si hemos hecho lo correcto mirando hacia atrás, pero ahora no podemos prohibirlo y tenemos que aprender, todos, a usar esta tecnología".
En las palabras de Leonor se intuye uno de los aspectos que Antonio Lavanda destaca: la educación. "No sé si hay una edad en la que el menor necesita realmente un móvil – explica el especialista –. En el colegio, en una excursión o en un campamento, siempre hay un teléfono de contacto. A veces los padres y las madres acceden a la compra de un móvil para así entrar en una situación de dependencia tremendamente patológica".
"Estamos en una situación en la que hay que poner límites y hay muchos ejemplos en los que esa necesidad es por parte de los padres, de controlar a sus hijos… cuando en la mayoría de las situaciones se tiene acceso a ellos. Y luego está el uso de los móviles o las tabletas en los colegios. Se habla de la prohibición en los colegios. A mí no me gusta el término prohibición, creo que hay que educar, hay que hacer un trabajo a nivel de colegio, donde la buena educación, los riesgos, los niños no ven que una fotografía se transmite con increíble rapidez por la red. Lo usan a nivel de juego y no ven el daño que hace a nivel de acoso escolar, por ejemplo".
¿Cuál es la edad más adecuada para dar un móvil?
Obviamente cada caso es particular. El grado de madurez, las rutinas diarias, el contacto con amigos, la posibilidad de salir a la calle (o no)…todo contribuye. Pero Lavanda traza una línea muy clara. "Parece que se está poniendo de moda regalar un móvil en la comunión, ¿hay necesidad? No. El móvil hoy en día ya no es de llamadas, sino de internet y esa es una situación de riesgo".
"Yo supongo que hasta cierta edad, a partir de 14 años, no veo que haya una necesidad. Y a los 14 tampoco la veo. No sabría decir la edad exacta. Hay chicos que quizás se desplazan y los padres están trabajando y se dan situaciones en las que tiene sentido. Puede que haya alguna vez que sí. Sobre todo están los valores que la familia le da a cada uno de los aspectos. Hablamos del respeto, de la responsabilidad… A veces es difícil ir en contra de todo el mundo, pero la respuesta está en la educación de lo que se debe hacer, la educación de los padres sobre todo. Es una herramienta que a ciertas edades no se necesita y habría que cortar por lo sano".
Alternativas a un teléfono
Si la excusa de la compra de un móvil es poder ubicar a nuestros hijos e hijas, una opción son los relojes inteligentes. Un ejemplo es el Xplora 4: tiene acceso a una red de contactos determinados, es sumergible y resistente a los golpes. Pero no tiene acceso a internet ni a redes sociales, lo que garantiza la tranquilidad de los mayores. Lo que sí incluye es un localizador GPS y una función de control parental y botón de emergencia o pánico.
Vodafone también tiene una opción similar, el V-Kids Watch. Si bien no tiene cámara ni puede alojar una tarjeta SIM física (como el Xplora) sí incluye una SIM virtual y permite enviar mensajez de voz y localizarle.