Recrear a un ser querido con realidad virtual para superar su pérdida: los expertos opinan
Una pandemia. Muertos en la más terrible soledad. Una madre que recuerda a su hija fallecida. Una app que le permite despedirse de ella virtualmente. Y los sentimientos se encuentran. ¿Es bueno o malo ¿Ayuda a superar el duelo o lo recrea?
Más de 444.000 muertes en todo el mundo a 17 de junio de 2020. Estados Unidos, liderando un ranking desolador y España, en el puesto número seis del Top Ten. Los fallecidos por coronavirus en todo el mundo han creado una nueva categoría en la sociología del siglo XXI: el inmenso grupo de personas que no pudieron despedirse de los suyos.
Si malo era perder al ser querido, tanto peor era no saber de él en sus últimos momentos, despedirse de manera apresurada y con los familiares imprescindibles (que a veces son los más prescindibles). Velatorios inexistentes o escuetos, entierros por la mínima expresión, pérdidas que no esperábamos y duelos que no cesan. En este mundo de aplicaciones, teletrabajo y televida, ¿puede haber algo que nos acerque a la persona que hemos querido y no olvidamos? En un programa de la televisión coreana, una madre se reúne con su hija, muerta inesperadamente hace cuatro años, a través de un modelo 3D creado con un programa de realidad virtual. Los creadores del espacio explicaron que su intención era intentar responder a preguntas como cuáles son los mejores recuerdos que tenemos de un ser querido fallecido, y qué le diríamos si pudiéramos reencontrarnos con él.
MÁS
La Realidad Virtual ya es una terapia
El experimento produce emoción e inquietud a partes iguales. La realidad virtual ya se está utilizando para superar la ansiedad y, de manera experimental, como terapia para superar el maltrato o para suplir algunas carencias en caso de dependientes severos.
Así lo explicaba la médico e investigadora Mavi Sánchez-Vives en su entrevista para ‘Uppers’: "la realidad virtual se utilizará no solo en el entretenimiento, sino en aprendizaje, ciencia, hospitales, terapia psicológica, entrenamiento deportivo… Por ejemplo, reuniones que ahora requieren largas horas de viaje pasarán a realizarse en entornos compartidos de realidad virtual, visitaremos a nuestro médico en una consulta virtual y podremos ser parte de la historia de las películas que veamos". Aplicada al duelo, ¿es beneficiosa la realidad virtual? Los psicólogos no se ponen de acuerdo.
¿Puede la realidad virtual ayudar a superar el duelo?
Todo es bueno si ayuda a la persona que lo está pasando mal y si le proporciona la paz que necesita. Para Izanami Martínez, antropóloga y coach, "sin duda es bueno. En este caso, sirvió para que una madre pudiera despedirse de su hija y cerrar algo pendiente".
La psicóloga Trini Poza, terapeuta gestáltica, una parte de la Psicología Humanista creada para tratar enfermedades y para desarrollar también el potencial humano no comparte esta opinión: "depende de cada personalidad, pero, en general, puede ser bueno puntualmente, pero no a largo plazo. La realidad virtual no es el real, no tiene las connotaciones que van unidas a los momentos concretos". Es, para esta profesional, algo "ficticio" que no logra su efecto terapéutico.
¿Puede hacer revivir el dolor?
La clave en este tipo de terapias es saber si en realidad son beneficiosas o son una manera más de revivir el dolor. "Como los recuerdos, revives los momentos satisfactorios y los más dolorosos. Y lo vives como si fuera en el momento actual", explica Poza.
Paradójicamente, revivir el dolor es un proceso que hay que pasar inevitablemente. "Si lo soterras, no está curado", señala esta profesional. "Cuando muere alguien o desaparece alguien de tu vida, tienes que asumir el dolor. Tienes que despedirte de él. Si lo obvias, se enquista y las consecuencias son alejarte de una vida satisfactoria", advierte la psicóloga. La pérdida forma parte de la vida y hay que saber gestionarla. Cada día tomamos decisiones en las que ganamos o perdemos algo. "Hay que asumirlo para que el dolor pueda dar paso a la paz", concluye.
¿No implica más sufrimiento?
Los detractores de aplicar la Realidad Virtual en casos de duelo esgrimen que no ayudan a superar la pérdida, sino a vivirla por segunda vez. En este caso, además, con un programa de televisión por medio. "No sé hasta qué punto le ha hecho bien a esa madre. Ha vuelto a enfrentarse al momento de la muerte de su hija. Por mi parte, estoy en contra de los programas o cualquier espectáculo que abusan de las emociones. No es terapia. Es un escándalo. No debería exhibirse. Es una cosa privada y dolorosa", explica la psicóloga para quien una exposición desmesurada de los sentimientos (para algunos, pornografía sentimental) termina pasando factura. "Las personas que sufren una pérdida de esta magnitud tienen que digerirlo de manera individual y privada", afirma Poza.
Alternativas a la Realidad Virtual: 'cartas de despedida', 'silla vacía'
Antes de la irrupción de la Realidad Virtual, los psicólogos utilizaban otros recursos para ayudar a superar el duelo. Una de ellas es la 'silla vacía?, en ella el paciente habla con la persona de la que se tiene que despedir, pensando que le escucha desde una silla en la que, realmente, no hay nadie. "A mí, personalmente no me gusta", explica Trini Pozas. "Es un poco como la Realidad Virtual. Puedes compartir tus sentimientos, pero emocionalmente es débil porque el paciente sabe que ahí no hay nadie y, además, es una escena poco probable".
En opinión de esta experta la fórmula de la carta de despedida es mejor. "La escritura es una terapia muy buena para cualquier persona. Al escribir sueltas tu miedo, tu dolor, tu rabia… Es un proceso similar a lo que has podido vivir con esa persona y por eso es más efectivo". La única indicación es hacer la terapia en el momento correcto. "No se puede hacer demasiado pronto porque seguramente la personas no está preparada. Hay que hacerlo en paz, asumiendo que tu ser querido no va a volver", señala esta psicóloga.
Maneras de afrontar la pérdida: 'dejar ir' o 'mantener el vínculo'
En los últimos años, las maneras de enfrentarse a un duelo han sufrido algunos cambios. Hemos pasado del 'let it go' ('dejar ir'), asumir la pérdida por completo, al 'continuing bounds', respetar algunos de los vínculos.
En opinión de la psicóloga, no hay tanta diferencia entre ambas. "En realidad, una forma parte de la otra. El primer paso es la negación, no asumir que esa persona ha muerto. No asumir es no dejarle ir. Cuando se va superando el duelo, se va asumiendo que no va a volver. Curiosamente, las personas que han estado enfermas mucho tiempo, dejan ir con más facilidad, aunque el dolor sigue siendo enorme. Cuando ya le has dejado ir, puedes recordar a esa persona con paz. También te duele, aunque de manera más suave". En cualquier caso, la desesperación siempre hay que evitarla, según esta profesional.
¿Qué ocurre con las redes sociales?
"Cada circunstancia es única, pero si una persona desaparece, todo lo que le atañe, también en las redes, tiene que desaparecer. Es algo ficticio. Existirá en el recuerdo de sus seres queridos, pero es incoherente que perviva en ese entorno". Así se expresa la psicóloga sobre la muerte y las redes sociales. "Las redes es otro mundo irreal que distorsiona la socialización. Lo que suele haber detrás es un problema de soledad, ¿qué sentido tiene incidir en esa soledad?", señala Poza que, además, se considera muy crítica respecto a la relación entre las redes sociales y los jóvenes: "sobreactúan para impresionar a personas que no conocen".
Morir como un fenómeno natural
Al menos algo está claro. En este caso, la Realidad Virtual ha servido para atravesar la conciencia de todos con un tema tan poco popular como la muerte. Pero la sociedad no siempre ha sentido el mismo desapego. Hace 100 años cualquier niño había visto morir a alguien. Y si la fotografía era un lujo que servía para inmortalizar los grandes momentos vitales, había tres inexcusables: el nacimiento, la boda y la muerte. La fotografía post mortem era habitual hasta finales del siglo XIX.
El concepto ha cambiado mucho. "La muerte la obviamos, decimos que alguien 'ha desaparecido'. No, ha muerto. En Occidente no se vive no como un proceso de la vida, un ciclo más o el invierno de nuestra existencia. Tenemos miedo de la muerte”. ¿Cómo superarlo? "Habría que educarnos desde el colegio, hay que ver la muerte con naturalidad. Los niños nunca van a entierros y deberían hacerlo porque es parte del mismo ciclo vital", explica Trini Poza.