Inspector de trabajo. Probablemente sea el puesto de trabajo que la ciudadanía más odie y tema, en especial los dueños de empresas a los que su sola presencia ya pone entre las cuerdas por si han hecho algo mal y cae sobre ellos una sanción. Ahora todo esto podría cambiar con la ¿desaparición de los inspectores de trabajo ¿Podrían no volver? Por el momento no van a desaparecer, pero sí que no será necesaria su presencia para la detección de algunas irregularidades o malas prácticas, pues desde el 1 de enero de 2022 el Gobierno recurrirá a la Inteligencia Artificial para realizar algunas inspecciones laborales que podrá abrir actas de sanción sin la intervención de un profesional.
Este domingo El País informaba sobre el nuevo Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) para los próximos años, destacando la digitalización de varios procesos. "Se desarrollará una aplicación informática que permita detectar los incumplimientos salariales a partir de las tablas salariales de los convenios colectivos sectoriales para facilitar una respuesta inspectora mucho más ágil", se lee en el texto ya publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Pese a que por el momento no hay especificaciones sobre los aspectos que se van a automatizar, algunos expertos apuntan a que su uso principal se hará para la detección de las horas límite de trabajo, errores en el alta y baja de los empleados de la empresa o en la cotización. En general, para un análisis de datos tributarios, laborales y de la Seguridad Social para los que no hará falta un inspector de trabajo in situ.
Con esto lo que se pretende es la detección más rápida de los errores más comunes sin que un inspector tenga que intervenir. De esta manera, se agilizan otros procesos para que los inspectores de trabajo puedan dedicar más tiempo a casos más complejos, liberándose de la excesiva carga administrativa actual.
No obstante, pese a que entraría en vigor el 1 de enero de 2022, el próximo sábado, aún no se ha concretado bien su aplicación ni detallado bien los supuestos que serían automatizados, por lo que la implementación de esta Inteligencia Artificial podría tardar algo más en llegar a ponerse manos a la obra con las inspecciones automatizadas.
Sin embargo, el texto publicado en el BOE sí que confirma que el software tendrá la capacidad y la potestad para abrir expedientes de sanción a las empresas que incurran en irregularidades, aunque las empresas tendrán derecho a recurrir la multa en caso de que consideren que el programa informático les ha sancionado por error. En estos casos, hay trabajadores que creen que esas gestiones deben estar supervisadas por el equipo humano para corroborar el buen cumplimiento del procedimiento administrativo sancionador.
En todo caso, el Big Data no es nuevo en las oficinas de la inspección de trabajo, ya que llevan años utilizando bases de datos para cruzar datos y hacer cribados sobre ciertos aspectos para detectar fraudes en las empresas que, tras comprobarlos posteriormente, se valora si es necesaria la visita presencial o requerir que se envíe una determinada documentación, y la posterior posible sanción dependiendo de la gravedad de la infracción.