Sí, después de un año de pandemia se puede decir que gran parte de la población está harta de las videollamadas. Primero fueron entre la familia, luego con amigos y las reuniones virtuales de trabajo parece que han llegado para quedarse. Y no a todos les sienta igual, las exposición continuada a las reuniones ante la pantalla durante todo el día provoca en muchos cansancio, terminan la jornada mucho más agotados, lo que se conoce como zoom fatigue. ¿Podría eso revertirse con una nueva forma de videoconferencias? Pues aún es pronto para saber la respuesta, pero algunas compañías, como Google, ya trabajan en el futuro de las videollamadas.
El vernos con otras personas a través de una pantalla como tal parece que podría llegar muy pronto a su fin, o eso es lo que pretende la propuesta en la que está trabajando Google: Project Starline. Durante este año Google, no le quedaba otra, ha mejorado el servicio de Google Meets por el gran uso que los usuarios hacían de la plataforma, ya fuese por ocio o por trabajo. Pero lejos de esas mejoras, Google está dispuesto a que una persona hable con otra como si verdaderamente la tuviese delante, de eso trata Project Starline, la que promete ser la revolución de las videollamadas.
Y ojo, que esto no es nuevo. Google lleva años trabajando en este sistema que se ha desarrollado mediante un conjunto de hardware y software donde entran en juego varias cámaras y sensores junto al elemento estrella: un gran marco donde veremos a la otra persona en tamaño real. Para hacerte una idea, es como si te mirases al espejo y, en lugar de verte a ti mismo, ahí enfrente tuvieses a tu hijo que vive en otra ciudad y lo vieses en tres dimensiones.
¿Cómo es posible? Pues mientras el marco de la otra persona está recopilando las imágenes y mostrándonoslas, a su vez el nuestro hace la misma función para que la otra persona nos vea de igual forma. Según exponen en el vídeo promocional, para que esto sea realidad han sido necesarios tres factores diferentes. Por una parte que las cámaras y los sensores sean capaces de capturar con la mayor precisión y detalle posible a la persona, captando también la profundidad para un mayor realismo.
Pero si este primer paso es complejo, el segundo también. Esa información e imágenes que se captan deben llegar en tiempo real al otro individuo. Es decir, si en una videollamada normal, con la fibra óptica a tope, ya hay problemas de conectividad, sonido e imagen… ¿qué no va a pasar aquí? Pues para solventar este problemilla al parecer Google habría conseguido un sistema interno capaz de comprimir los datos, enviarlos, y que al llegar a ti se descompriman. Vale, bien, pero lo novedoso e increíble es que lo consiguen en tiempo real, al momento.
Y aquí es donde entra el tercer factor, es necesario que tanto emisor como receptor tengan su marco, porque es esa 'ventana mágica' lo que logra descomprimir los datos para mostrar en tres dimensiones a la persona que está a cientos de kilómetros de ti, de manera que parece que estén tomando un café en ese salón. Una experiencia que, tal y como explican desde Google, es como si verdaderamente estuvieses delante de la otra persona por la calidad de imagen del holograma que consiguen reproducir.
Por el momento parece que lo están preparando para profesionales más que para el hogar, y eso que en la promoción tiran de reencuentros familiares, pues solo está disponible en algunas oficinas de Google, veremos cuando llega al resto de mortales. Aún así, queda la duda de qué pasaría si en un lado hay varias personas. En la promoción de la que hablábamos aparece una mujer y su bebé y la reproducción es calcada, veremos que pasa cuando se juntan varios adultos.