Miramos el móvil 150 veces al día (los americanos 344): cómo afecta a tu cerebro y tu entorno
El uso del móvil, especialmente de las redes sociales, está provocando pérdidas importantes en la capacidad de concentración y comportamientos adictivos
La sobredosis de pantalla diaria puede llevarnos a la depresión, la ansiedad, trastornos de déficit de atención e hiperactividad, y problemas de sueño
El scroll infinito, la "cocaína conductual" en las redes sociales
En España echamos un vistazo al móvil una media de 150 veces al día. En Estados Unidos la consulta diaria del teléfono aumenta a 344 veces, es decir, cada 5,5 minutos. La dependencia que crea el smartphone es incuestionable, y esto es así debido a que las diferentes plataformas o apps han sido diseñadas con ese objetivo. Numerosos especialistas alertan de que el uso del móvil, especialmente de las redes sociales, está provocando pérdidas importantes en la capacidad de concentración y comportamientos adictivos.
La pregunta pertinente es si necesitamos revisar tantas veces nuestro dispositivo. Con la pandemia esta costumbre no sólo se normalizó si no que se intensificó tanto que desprenderse de ella ya les cuesta demasiado a muchos. Hoy en el mundo hay 210 millones de personas adictas a las redes sociales, según publica la revista 'Forbes'. Se trata de una adicción comportamental, que nada tiene que ver con las adicciones a sustancias pero que, según los expertos, puede dañar igualmente nuestra salud.
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Nomofobia, una consecuencia directa
Frente a las evidentes ventajas que proporcionan las nuevas tecnologías, hay una serie de consecuencias en la salud no tan visibles a simple vista y cambios en el modo de memorizar y almacenar datos. Una de las consecuencias más evidentes es la nomofobia, una palabra que surge del inglés “no mobile phobia” (fobia a estar sin móvil) y que es el miedo irracional que sienten algunas personas cuando algo les impide interaccionar con su teléfono. Quienes la padecen experimentan una gran ansiedad cuando se olvidan el móvil, se quedan sin batería o no disponen de señal.
Otros trastornos y problemas de sueño
Lo cierto es que hoy manejamos mucha más información de la que nunca manejó antes el ser humano, pero también somos más dependientes. La sobredosis de pantalla diaria que nos suministramos puede llevarnos a la depresión, la ansiedad, trastornos de déficit de atención e hiperactividad, y problemas de sueño. Efectivamente, la luz azul de las pantallas nos genera un trastorno en la secreción de melatonina que es la hormona del sueño. Por eso, entre otras razones, se recomienda reducir la exposición a la pantalla por lo menos una hora antes de dormir. que se recomienda reducir las pantallas por lo menos una hora antes de dormir.
¿Cuál es el limite entre la normalidad y una adicción comportamental? El 10 por ciento de las enfermedades del planeta corresponden a las adicciones. Los comportamientos adictivos, obsesivos, pueden pasar desapercibidos, pero la adicción a la tecnología es real e interfiere con al vida diaria. Es importante darle una dosis moderada a la conectividad, estar un tiempo desconectados, leer un libro, hacer ejercicio, meditar o simplemente dedicarnos unos minutos a nosotros mismos.