La liberación de una mujer al divorciarse a los 75: "Ahora puedo coger lo que quiera en el supermercado"
Una mujer de 75 años ha contado en su TikTok cómo es ir al supermercado tras divorciarse
Con su marido no podía coger lo quisiese de los estantes, ahora se ve capaz de manejar su vida, con el supermercado como símbolo de liberación
Aunque Aida Sedano ahora tiene una pequeña pensión, asegura estar "relajada, contenta y durmiendo bien"
El número de divorcios ha crecido en los últimos años. En España la duración media de los matrimonios antes de romperse es de 16’5 años. Realmente el porcentaje de separaciones había caído desde 2014, pero en 2021 se experimentó una subida de 13’2% respecto al año anterior, justo tras la salida de los confinamientos más duros de la pandemia. La franja más habitual de los divorcios es la de 40 y 49 años, pero cada vez hay más parejas de mayores que se deciden a dar el paso, es el caso de una tiktoker de 75 años que ha contado a sus seguidores cómo se siente tras dar el paso.
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Dar el paso pasados los 70
Se trata de Aida Sedano, una mujer de 75 años que hace unos días subió un vídeo a su TikTok explicando lo feliz que estaba tras su divorcio, un testimonio que ha conseguido que se viralice en las redes.
Grabó el vídeo mientras estaba en el supermercado y justo ahí es donde explica que cuando iba con su marido, compraban siempre lo que él quería. “Si yo quería un melón, él me decía, ‘tú para qué quieres melón, a mí no me gusta’, así que no lo cogíamos”, cuenta mirando a cámara.
Su paso por el supermercado es muy diferente ahora, “puedo escoger naranjas, manzanas y comerme lo que yo quiera. Estoy feliz. La verdad que fue muy difícil a mi edad y después de tantos años de casada, dejar el matrimonio, pero miren ahora en donde estoy, puedo andar por los pasillos el tiempo que me da la gana y coger lo que yo quiera tomar”, cuenta sobre algo tan básico como ir al super y que ahora es un símbolo de liberación.
Ahora vive como quiere
Sin embargo, se vio representada en una pareja que vio al llegar al supermercado, explicando que el hombre, con solo una mirada, le dijo a su mujer que llevara el carro. Una situación que ella, por fortuna, ya no pasa. “Recuerdo esos tiempos y, óigame, no”, dice.
“No fue fácil. He tenido que hacer ajustes en mi presupuesto. Él se quedó con todo y yo con mi pequeña pensión. Pero véanme, estoy relajada, contenta, duermo bien. Hay que vivir y dejar vivir. Sí se puede”, termina diciendo Aida Sedano animando a que otras mujeres que pueden estar pasando por una situación similar, aunque tengan una edad ya avanzada, decidan dar el paso.