Como si no pasase el tiempo: una mujer vuelve a ponerse su vestido de novia 60 años después

Una boda siempre es una alegría, para los que se casan y para sus familiares y amigos más allegados, también para los que aprovechan la ocasión para pegarse una buena fiesta entre conocidos. Sin duda alguna una boda es un día que se recuerda para siempre y que cada vez que viene a nuestro pensamiento emociona y nos saca una sonrisa por muchos años que pasen. Es algo que le ha ocurrido a una familia en la que la abuela, 60 años después, se ha vuelto a poner su vestido de novia, una imagen inmortalizada por su nieta que ha emocionado a toda su familia.

Seis décadas después la pareja continúa junta y enamorada y, aprovechando una reunión familiar, la mujer se volvió a poner el vestido que llevó en su enlace y que mantiene intacto a pesar del tiempo, se ve que lo ha guardado con cariño. "Mi abuela se prueba su vestido de novia después de 60 años juntos", cuenta la nieta al inicio del vídeo de Tik Tok donde se ve la reacción de la familia al verla entrar en la sala vestida de blanco.

Todos quedan impresionados al verla entrar, pero su marido sigue hablando con otra persona y no se percata de que su esposa se ha vuelto a vestir con traje con el que casó hace 60 años hasta que la tiene delante y no es capaz de pronunciar palabra alguna, lo que no quiere decir que no se vea la emoción en su rostro. El hombre no tarda ni un segundo en esbozar una sonrisa al verla, mirándola con total admiración y con unos ojos visiblemente emocionados al recordar, probablemente, aquel día hace 60 años en el que se dieron el 'sí, quiero'.

"Él la sigue mirando como hace 60 años", escribe la nieta, y no hay duda de ello, solo hay que ver el vídeo. Al final del corto pero intenso vídeo, su nieta incluyó dos fotografías del día del enlace, primero una de ambos saliendo de la iglesia, en la que se percibe a la perfección como el vestido está muy bien conservado, prácticamente como si acabase de salir del taller de costura, y otra durante el banquete mientras ambos cortan la tarta de la boda.

Una muestra más de que el amor, a pesar del paso de los años, puede perdurar y no agotarse, solo hay que prestar atención a sus miradas.