Una de las etapas más complicadas para todo adolescente es la entrada en el instituto. Hacer amigos, conocer gente nueva, encajar, la presión de los primeros exámenes y las nuevas materias... Son años bonitos, de descubrimiento, pero también pueden tornarse complicados. Por ello, es importante tener en cuenta el apoyo familiar, los pequeños gestos, las pequeñas cosas que pueden arrancar una sonrisa incluso en los días duros. Yaiza, una estudiante de enfermería y tuitera, ha sacado el baúl de los recuerdos y ha compartido con sus seguidores los mensajes de amor y fuerza que sus padres le mandaban en el instituto.
Cada mañana, antes de que su hija fuese a clase, los padres de Yaiza le mandaban ánimos en notas escondidas en el envoltorio del almuerzo. Algunas veces las firmaban ambos, otras veces solo uno de los dos. Su hija se iba todos los días a afrontar sus obligaciones de enseñanza secundaria con un mensaje de fuerza, que cambiaba según el reto del día o la vibra de
la semana. A través de su cuenta de Twitter, @YaizaDDC ha compartido estos pequeños mensajes, que rápidamente se han vuelto virales.
A veces eran pequeños textos sin más historia que el amor incondicional de una mare por su hija: "No olvides nunca que eres lo que más quiero. Besos. Mamá". Otras veces, ante la fatiga de los exámenes, era su padre quien le hacía la cuenta atrás hacia la libertad. "Un puto día menos de exámenes. A por ellos... Está chupado ya, somos invencibles. Papá". O para animarla en un día complicado, como es la visita al dentista. "Ya verás como no te va a doler nada lo del dentista. Vas a tener una boca preciosa, como lo eres tú. Papá".
A veces, ambos coincidían y, ante uno de los días más tristes del año (la vuelta a las clases tras el verano), la firmaban ambos para darle cariño. "Primer día de clase del año. Que pases un gran día y disfruta de tu bocata de jamón. Te queremos. Papá y mamá". Después de compartirlo, la historia se ha viralizado, alcanzando los casi 60.000 me gusta y acumulando más de 4.700 retuits. Muchas personas se han visto reflejadas en la historia y han recordado las pequeñas notas que sus padres también les enviaban.
"Guardo muchas (notas), e incluso todavía me encuentro alguna en algún bolsillo que dejé por ahí y no saqué. Me escribían la mayoría de los días, sobre todo los años de bachillerato", ha contado Yaiza, en respuesta a una pregunta de una usuaria. Por lo visto, el padre también enviaba notas a su mujer. "Mi padre le escribía a mi madre en los tickets y tengo alguno por mi escritorio también. Los detalles son los que más llenan el alma".
Al final, como dice Yaiza, los detalles marcan la diferencia y hacen de nuestra existencia cotidiana algo especial, más allá de las complicaciones que puedan surgir en la vida. Querer, cuidarse y disfrutar de las muestras de cariño del día a día es importante para superar lo que venga. Yaiza y sus notas de la adolescencia son un buen ejemplo de ello, de la importancia de los pequeños detalles como fuente de la felicidad.