El ambiente en Estados Unidos está crispado. Las protestas contra la violencia racial han dejado episodios verdaderamente tensos durante los últimos meses, desencadenados tras el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía. El movimiento #BlackLivesMatter está a la orden del día, más aún en este 2020, año de elecciones en el país norteamericano. Por ello, son muchas las personalidades contrarias a Donald Trump que están animando a ir a votar para poder echarle de la Casa Blanca. Uno de ellos es Samuel L. Jackson (71), que hace unos días inició una campaña para asegurarse de que sus seguidores acudían a las urnas el próximo 3 de noviembre.
Jackson prometió vía Twitter que si 2500 personas se registraban en la web para poder votar en las próximas elecciones, él iba a impartir una 'clase' de insultos en 15 idiomas diferentes. Dicho y hecho: el cupo que pidió el actor norteamericano se cumplió en apenas un día y Jackson tuvo que cumplir con su palabra. Hoy mismo ha subido el vídeo prometido, en el que aparece con una mascarilla que invita a votar, una gorra y unas gafas de sol. Y la sorpresa ha sido que entre los idiomas elegidos se encontraban el catalán y el euskera.
Son 15 formas de mandar al cuerno a alguien. Su mensaje no tiene destinatario: aún así, se puede interpretar como un mensaje a Donald Trump, con quien el intérprete ha sido muy crítico desde que comenzó su mandato en 2016. La primera forma es en euskera: 'zoaz popatik hartzera'. Las otras lenguas que elige son el vietnamita, ucraniano, swahili, nepalí, inglés jamaicano, islandés, maorí, haitiano, bemba, checo, esperanto, portugués y tailandés. También lo dice en catalán: 'que et fotin', espeta.
Samuel L. Jackson ha sido una persona muy vinculada a la defensa de los derechos civiles de los negros en Estados Unidos. Ejerció como activista durante los 60 e incluso caminó junto al féretro de Martin Luther King en 1968. Tan solo un año después encabezó una protesta en su universidad, en la que encerró a los miembros del comité para exigir presencia negra en la cúpula. Terminó siendo expulsado aunque consiguió sus objetivos.
También se afilió a las panteras negras y estuvo implicado en la preparación de una revuelta armada. Sin embargo, el FBI se adelantó y avisó a su madre de la situación. Ella lo montó en un avión rumbo a Los Ángeles, donde estuvo trabajando para los servicios sociales. Regresó a Moorhouse y allí se graduó en teatro. Sobre aquel tiempo, el actor recuerda algunos pensamientos que volaban por su cabeza en aquel entonces. "Decidí que el teatro sería mi política. Podía involucrar a la gente y afectar a su manera de pensar. Incluso quizá podría cambiar su mentalidad", recuerda. "El mejor consejo que recibí es que tenía que ser diez veces más listo, más valiente y más educado solo para conseguir la igualdad. Y mi sueño de convertirme en actor se hizo realidad", apuntó.