Todos cambiamos, pero es evidente que los cambios que hemos experimentado en nuestra vida desde marzo a noviembre de este 2020 han sido muy radicales. La adaptación al medio ha hecho que evolucionemos a seres tecnologizados como nunca lo habíamos hecho antes. Los abuelos han tenido que reaprender a socializar a través de un smartphone, una tablet, la videollamada de Whatsapp, el Skype, el Zoom, o lo que se tercie. Me recordaba a aquel anuncio del año 95 de una marca de coches donde se hablaba de los JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados). Eso, pero en versión abuelo.