"Llueven" gatos callejeros del techo de un hospital de Móstoles: cómo se originó el problema
Una colonia de gatos callejeros se cuela desde hace años en el centro a través de un falso techo y de las claraboyas
"Alguien les dio de comer un día y no han parado de llegar más y más gatos", denuncia UGT
El centro hospitalario asegura que está vigilando diariamente para que los vecinos no dejen comida a los animales
En el Hospital Universitario de Móstoles llueven gatos del techo, literalmente. La explicación está en que una colonia de mininos callejeros se está colando desde hace dos años en el centro hospitalario a través de un falso techo y de las claraboyas, por donde los animales se dedican a andar a sus anchas, según denuncia el sindicato UGT. El último incidente ocurrió el jueves de la semana pasada, cuando un gato cayó sobre el techo de la farmacia del hospital.
La "preocupante" situación ha sido llevada al comité de seguridad y salud del centro por parte del sindicato. Fuentes del centro hospitalario consultadas por la cadena Ser aseguran que se están tomando medidas, como vigilancia diaria y constante para la detección y retirada de la comida y agua para los gatos que vecinos de la zona dejan en diferentes zonas del hospital. "Alguien les dio de comer un día y no han parado de llegar más y más gatos", le explicó a Nius Juan Francisco Verdú Muñoz, Secretario General de la sección de UGT del centro hospitalario.
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Platos y cuencos de comida y bebida
"Hemos comprobado que hay platos y cuencos con comida y bebida para ellos. Por eso los gatos viven allí. En una ocasión se cogió a uno de los gatos y se le llevó a la protectora de animales para castrarlo, pero los gatos están protegidos y no es tan fácil actuar. El régimen de protección de animales dificulta el control de los felinos y de las colonias en los alrededores del hospital", señalan desde UGT.
Para evitar que los gatos merodeen por la zona se ha eliminado la mayor parte de la zona vegetal de la entrada donde se escondían los mininos y que era también una de las áreas donde les dejaban agua y comida en tuppers. Además, se ha conseguido localizar y hablar con algunas de las personas que realizaban estas acciones para intentar disuadirlas de que lo hagan.
También se han cerrado posibles entradas y accesos al centro, pero cada vez que se realizan obras en el centro los animales "encuentran la forma de entrar y esconderse". Es importante que los gatos no encuentren comida ni bebida cerca del hospital, de lo contrario es muy difícil mantenerlos alejados.