Activismo a los 105 años: Lessie Benningfield, la anciana que lidera un movimiento antirracista en EEUU
La demandante principal, Lessie Benningfield Randle, es una vecina de Oklahoma que sobrevivió a la masacre de Tulsa y que hoy lidera una acusación contra el condado de Tulsa
A medida que nos hacemos mayores solemos poner de excusa nuestra edad para dejar de hacer ciertas cosas que hubiéramos hecho de más jóvenes. Ya sea ese viaje en solitario que hubiéramos hecho en los años más granujas de nuestra juventud o la manifestación a la que ya no acudimos porque ya salimos todo lo que teníamos que salir en nuestro tiempo, lo cierto es que muchas veces utilizamos el paso del tiempo como impedimento para hacer o dejar de hacer algunas actividades. Ahora, una mujer de 105 años de edad ha dado una lección que casa muy bien con ese tradicional refrán de 'nunca es tarde si la dicha es buena'.
Una masacre racista que tuvo lugar en 1921
MÁS
Kandy, la abuelita mochilera: la historia de una mujer de 84 años que dejó todo al jubilarse para viajar por el mundo
"Un rayo de luz que quería compartir": María Antonia y otros mayores que han superado el coronavirus
Mochilero a los sesenta: así puedes recorrer el mundo con más tiempo y más dinero
Lessie Benningfield Randle es una vecina Oklahoma de 105 años de edad que está liderando un movimiento antirracista para pedir una reparación por la masacre de Tulsa de 1921. En aquel acontecimiento, supremacistas blancos incendiaron el barrio negro de Greenwood de la mencionada ciudad y asesinaron sin piedad a cientos de afroamericanos, según recoge el periodista Adam Gabbat para el periódico The Guardian. Ella estuvo presente y vio cómo cientos de sus vecinos terminaron muertos a manos de aquella turba.
Superviviente
Lessie sobrevivió a aquella matanza, catalogada según Gabbat como uno de los "peores actos de violencia racial que están registrados en la historia de Estados Unidos". Al parecer las autoridades apoyaron a los racistas y la policía no paró la matanza, que tuvo lugar entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1921. El pasado martes, la activista y un grupo de vecinos de Oklahoma presentaron ante el juzgado una acusación en la que se dice que el impacto que tuvo aquel fatídico acontecimiento explica las desigualdades raciales que ocurren todavía en Tulsa.
En la demanda se acusa al Ayuntamiento de Tulsa, al condado, al sheriff del condado de la época, a la Guardia Nacional de Oklahoma y a la cámara regional de Tulsa por su participación directa en aquel lamentable suceso. "Los daños que generó continúan hoy en día. Unos daños que han hecho que las propiedades de Greenwood perdieran valor y que ha provocado importantes desigualdades raciales en todas las medidas de calidad de vida, desde la esperanza a los niveles sanitarios, de educación y de seguridad financiera", se dice en el escrito de acusación.
El mítin de Trump en Tulsa
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió a poner el debate en el punto de mira de la actualidad cuando anunció un mítin de campaña allí mismo, el 19 de junio de este año, fecha en la que el país recuerda el fin de la esclavitud. Finalmente Trump decidió posponer el mítin, debido a la gran cantidad de críticas que recibió tanto por la fecha como por el lugar elegido para sus discursos electorales. Además, la jugada le salió doblemente mal: a la polémica creada, que generó rechazo en gran parte de la opinión pública, se le sumaron una amenaza de denuncia por parte de los Rolling Stones y una denuncia en firme por parte de Neil Young, en ambos casos por utilizar sus canciones sin el permiso previo de los artistas.