Cada uno tenemos nuestro fondo de armario delicado y preferido. Son esas prendas que nos encantan y nos sientan estupendamente bien, pero sabemos que debemos tratarlas “como oro en paño”. Su tejido o compostura requiere más mimo que el resto del vestuario e implica dejar su lavado en manos de la tintorería. En Uppers te vamos a enseñar cómo lavar en seco en casa para cuando no hayas podido llevar esas prendas al tinte o directamente quieras saber cómo se hace el lavado en seco.
El primer paso antes de lavar cualquier prenda es comprobar su etiqueta. Indica cuál es su composición y las recomendaciones en cuanto al lavado, el secado e incluso el uso de químicos. Detalla el programa de lavado a máquina o a mano y la temperatura del agua, la necesidad del lavado en seco, el programa concreto de la secadora si la admite y, por ejemplo, la “prohibición” de usar lejía o de lavar por separado para evitar que se estropee el tintado.
En cuanto a la composición de esa ropa más delicada se puede tratar de un único tejido o una mezcla de varios. Lo relevante es que cada uno obliga a un método de lavado concreto. Los tejidos más comunes y sus formas de lavado son:
Los expertos en el cuidado de la ropa recomiendan dejar en manos de una tintorería cualquier prenda de nailon o de piel. También ponen especial atención en los trajes y sobre todo en las americanas; incluyen un forro, hombreras, botones y una compostura interior que no vemos muy delicada. Por este motivo es mejor no arriesgar a lavarlas en casa ni siquiera en seco.
El resto de las prendas de tejidos como la lana, la viscosa o la seda sí que las podemos lavar nosotros en seco. Hay una condición: disponer de secadora y comprar en una gran superficie, en un supermercado o en una droguería un kit de lavado en seco. Estos kits de lavado en seco se componen de paños de limpieza, quitamanchas para eliminar la suciedad incrustada y bolsas especiales para la secadora hechas con un tejido de protección.
En primer lugar, se aplica el quitamanchas en la prenda si fuera necesario. En segundo lugar, se introduce la prenda en la bolsa junto a un paño y se cierra la bolsa. Este paño está impregnado de un producto químico especial y suave. Después, se mete esa bolsa en la secadora durante 15 minutos con el programa de secado más delicado. El calor de la secadora hace que se genere vapor dentro de la bolsa y que se active el producto limpiador del paño haciendo su efecto sobre la prenda. Para finalizar se saca la prenda de la bolsa para que termine de secarse o se plancha directamente.
En el caso de jerséis de lana o camisetas de seda se recomienda extenderlas sobre una toalla seca de un color parecido dispuesta sobre una superficie lisa y plana. De este modo se terminan de secar completamente antes de guardarlas. Las camisas se deben colgar en una percha, los pantalones y las faldas en una percha de pinzas. El peso del tejido hará que sea más fácil su planchado.
Un último consejo: nunca cuelgues las prendas de lana en una percha y menos cuando estén húmedas porque precisamente el peso del tejido hará que queden marcadas sus formas. Las marcas de lavadoras también son conscientes de la necesidad de extremar el cuidado con las prendas más delicadas. Ciertos modelos de última generación ya incluyen programas especiales para el lavado en seco.