¿Cómo limpiar el microondas sin productos químicos?
A veces los productos comerciales dejan residuos en el interior del microondas porque no los hemos usado correctamente
Esos restos de los limpiadores comerciales podrían impregnar los alimentos con su olor
Una solución sería limpiar este electrodoméstico con productos naturales que tenemos en la despensa de la cocina
Desde que el microondas llegó a nuestras cocinas se ha convertido en un indispensable. Además de descongelar permite calentar la comida en un momento ahorrando tiempo y trabajo cuando los horarios obligan a sentarse a la mesa por turnos.
Precisamente por eso desde Uppers vamos a explicar cómo se limpia el interior de un microondas sin productos químicos. Primero, porque hay que mantenerlo impecable por el uso continuo que le damos y, segundo, porque a veces los productos comerciales, si no los utilizamos correctamente, provocan olores que impregnan los alimentos.
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Como cualquier otro electrodoméstico del hogar, el microondas acumula bacterias, gérmenes y restos de comida que pueden contaminar los alimentos y además generan mal olor. El limón y el vinagre blanco son productos básicos que se encuentran en cualquier cocina y son muy eficaces para limpiar el microondas.
El limón, un limpiador natural
En el caso del limón su alto contenido en ácido cítrico actúa como un excelente limpiador natural debido a su bajo pH. Además, tiene propiedades antibacterianas y es un potente desengrasante. Es capaz de eliminar los malos olores y los gérmenes que se hayan podido acumular tanto en las paredes del electrodoméstico como en el plato giratorio. Higieniza y proporciona un aroma muy agradable.
Limpiar con limón es tan fácil como añadir el zumo a 250 mililitros de agua en un recipiente o en un vaso apto para microondas. Se consigue más cantidad de zumo si antes se hace rodar la fruta sobre la encimera con la palma de la mano. A continuación, se introduce el recipiente y se pone en marcha el electrodoméstico a máxima potencia durante un tiempo de 3 a 5 minutos o hasta que el agua hierva.
Es en ese momento cuando el vidrio se empaña y se perciben burbujas en el agua con limón. Tras apagar el aparato se saca el envase con la ayuda de un guante de cocina o un trapo para evitar quemaduras. Después se limpia el interior y el plato de los posibles restos con una esponja o una bayeta. Para terminar, se seca con un paño limpio.
Es igualmente efectivo introducir rodajas de limón en el agua en vez del zumo de exprimirlo. También funciona echar la mezcla de agua y jugo en un envase pulverizador. Solo hay que rociar el interior, dejar actuar unos cinco minutos y retirar los restos con una esponja mojada en agua caliente y escurrida. Por último, es necesario secar el interior y el plato.
El poder del ácido acético del vinagre
El cuanto al vinagre blanco es un potente desinfectante natural. Elimina bacterias, hongos, moho y otro tipo de organismos al igual que malos olores. Su componente principal, el ácido acético, ayuda a descomponer la suciedad y cambia químicamente la composición de las estructuras celulares de los gérmenes.
La forma de proceder es muy parecida a la que se emplea con el limón. En primer lugar, se echa una cucharada sopera de vinagre en medio litro de agua en un recipiente apto para microondas. Lo siguiente es meterlo dentro a máxima potencia entre 5 y 8 minutos hasta que se haya evaporado la mitad del agua aproximadamente.
Se apaga el microondas y se deja reposar el bol dentro otros 10 minutos más. Los vapores del vinagre conseguirán desincrustar cualquier resto y grasa acumulados y serán efectivos en todas las esquinas y en el plato. Para finalizar se saca el recipiente con cuidado porque seguro que todavía quema y se limpia el interior con una esponja. También se debe secar con un paño limpio.
Trucos para mantener el microondas perfecto
Tomar unas sencillas medidas preventivas a la hora de usar el microondas nos ayudarán a mantenerlo limpio y a que esté en perfectas condiciones antes de introducir cualquier alimento en su interior. A continuación, las enumeramos:
- Utilizar tapas o accesorios que eviten las salpicaduras de comida, líquidos o salsas.
- Limpiar inmediatamente cualquier resto que se haya derramado tras el uso.
- Fregar y secar el plato giratorio de forma habitual.