Durante la última década ha sido una de las plataformas de micromecenazgo más emblemáticas del mundo cultural. Pero Patreon, además de ser un modelo de financiación -y por ende, un agente movilizador económico- ha sido también ese espacio en el que muchos artistas encontraron, algunos de ellos por primera ver, una forma de reconocimiento cuantificable. Monetizar el talento es uno de los grandes retos de los creadores que aspiran a la profesionalización, y Patreon contribuyó de una manera sostenida a que eso ocurra al margen de productoras, discográficas y distribuidoras. Una nexo directo entre creadores y público.
Aunque el mecenazgo existe desde la época romana -de hecho, debe su nombre a Cayo Mecenas, un protector de las artes- y floreció desde el renacimiento como una forma en que los poderosos patrocinaban a los artistas por el puro goce de disfrutar de sus obras (suena a buen negocio si lo que financiabas terminaba siendo, digamos, la Capilla Sixtina), con la modernidad y la posterior democratización de la información que trajeron las redes, el crowdfunding o micromecenazgo, se convirtió a principios del milenio en una alternativa real para emprendedores y micro empresarios, pero también para los propios creadores.
Se suele citar como el primer crowdfunding contemporáneo de la industria musical a la recaudación por internet que hicieron hacia 1997, en el Reino Unido, los fans de la banda Marillion, que reunieron 60.000 dólares para financiar su gira por Estados Unidos. Aunque si nos ponemos estrictos, años antes la banda española Extremoduro ya había sacado un disco mediante la modalidad de 'pre venta' en el año 1989. 'Se nos ocurrió una locura que fue empezar a vender el disco antes de hacerle, ¿no?, pa' sacar perras pa' hacerle". Así hablaba Robe, en una entrevista de 1991. Sí, Extremoduro inventó el crowdfunding en España. Pero no había aún en esos tiempos ninguna plataforma dedicada exclusivamente a recaudar el aporte de seguidores o de fans para financiar una obra. Y fue en en el año 2000 que se fundó la primera plataforma de crowdfunding, ArtistShare.
Para seguir en España, hacia 2005 los andaluces Juan José Martínez y Agustín Cárdenas ya habían creado Partizipa.com, una compañía destinada a las microinversiones (que podían ser a partir de 5.000 euros) para empresas emergentes, pero el modelo era básicamente de una inversión a cambio de utilidades. Y en 2016 ya el modelo de crowdfunding movilizaba más de 70 millones de euros en el mercado local.
A principios de 2013 el músico Jack Conte trabajaba en su casa. Muchas veces hacía música en solitario, pero otras tantas lo hacía con como parte del dúo Pomplamoose, con el que subían videos a youtube y canciones a Itunes. Un día estaba haciendo un vídeo para su canción “Pedals”: se le había ocurrido una trama de película de ciencia ficción de los años 70, con piezas mecánicas móviles y robots cantantes. Pero en un punto Jack se dio cuenta de que si llevaba a cabo la idea que tenía en mente pasarían tres cosas: primero, se gastaría 10.000 dólares, segundo, probablemente el video obtendría un millón de visitas, y tercero, que todo eso se traduciría para él en un ingreso de... 100 dólares.
Ese fue el germen de Patreon. Conte lo concibió como una plataforma similar a otros sitios de financiación colectiva como Kickstarter e Indiegogo, pero a diferencia de estos, por primera vez lo usuarios podían financiar a los artistas con cantidades menores de dinero pero de manera sostenida, es decir suscribirse a un patrocinio. De esta manera los artistas no solo recibían un ingreso más estable, sino que se creaba alrededor de ellos una verdadera comunidad. Este simple movimiento fue revolucionario para la creación artística, permitiendo a creadores desarrollar carreras comercialmente exitosas(entiendo el éxito como el hecho de poder vivir de tu trabajo) al margen de 'la industria'.
Para 2021 anunciaba que había logrado cerrar una ronda de financiación de 130 millones de euros y alcanzaba una valoración de 3.359 millones de euros. "Queremos financiar la clase creativa", ha dicho el director ejecutivo y cofundador Jack Conte. “Dentro de diez años, queremos que los niños que crezcan y se gradúen de la universidad y la escuela secundaria sepan que ser un creador profesional es posible. Estamos apuntando a este cambio cultural radical”. Y cualquier artista que tenga Patreon puede dar fe de que lo hicieron.