De actor a profesor de biología: la vida actual de Danny Lloyd, el niño de 'El Resplandor' de Kubrick

“El Resplandor”, la película dirigida por Stanley Kubrick y basada en la novela homónima de Stephen King, se estrenó en 1980 y fue un gran éxito de taquilla. Fue la película con la que debutó en la gran pantalla Danny Lloyd, el niño que encarnó el papel del hijo de Jack Nicholson. Este actor hizo tan solo dos películas en toda su carrera interpretativa, ya que tras aparecer en un pequeño papel en "Will: The Autobiography of G. Gordon Liddy", una película para televisión sobre el caso Watergate en 1982, dijo adiós a la industria del cine. Tan solo volvería a ponerse frente a la cámara en 2019, para la película “Doctor Sueño”, una secuela de “El Resplandor”, en la que realizó un breve cameo.

Danny Lloyd era solo un niño de seis años cuando fue elegido para dar vida al hijo de Jack Nicholson en "El resplandor", una de las películas de terror más icónicas del cine. Su célebre director, Stalney Kubrick, le escogería de entre una multitud de alrededor de cinco mil niños que acudieron al casting. Una decisión muy acertada por parte del director, pues, tanto su papel como la película en sí fue un claro ejemplo de éxito. Danny era un niño que se dedicaba a recorrer en triciclo los pasillos del hotel Overlook donde su familia se había mudado temporalmente, ya que su padre había conseguido un trabajo como vigilante del establecimiento durante los meses de invierno. 

Hace unos años el actor concedió una de sus pocas entrevistas a The Guardian, y en ella hablaba sobre su experiencia como actor. Su padre fue el encargado de presentarle al casting. “Me dijo que siempre estaba corriendo e intentando llamar la atención, así que mandó mi foto. Creo que fue como una broma, la verdad”, afirma en el medio. El chico superó las audiciones y se hizo con el papel. Al parecer, su capacidad de concentración fue lo que motivó a Kubrick para decantarse por ese niño de mirada inteligente y pelo rubio.

El rodaje tenía que durar unas 17 semanas, pero se alargó casi un año. Durante la grabación, Lloyd no era consciente de que estaba inmerso en una producción de terror y recuerda al director como un tipo genial que jugaba con él. “Era un tío mayor con barba, pero no recuerdo tenerle miedo ni estar intimidado ni nada. Recuerdo a Kubrick jugando a la pelota conmigo, jugando al pilla pilla, y ese tipo de cosas”. Lo que más le atrajo de poder participar en esa historia angustiosa fue la posibilidad de conducir el triciclo a sus anchas dentro del hotel. Sin embargo, comenta con tristeza que le prometieron quedarse con el vehículo tras finalizar el rodaje y al final “nunca llegó”.

La vida del actor dio un giro de 180 grados a lo largo de su vida. A pesar de que en su infancia formó parte de grandes éxitos cinematográficos, se le perdió la pista durante muchos años y los rumores comenzaron a circular.

“Lloyd había enloquecido tras la película, otro actor destrozado por Kubrick…”, las opciones eran muchas, pero lo que realmente pasó es que se alejó del mundo de la interpretación por completo y se centró en su carrera como profesor de biología. Lloyd estudió biología y, para pagarse la carrera, empezó a trabajar en una granja. “Soy del medio oeste, aquí los trabajos temporales se hacen en las granjas”, aseguraba en la entrevista. Con el tiempo y mucho esfuerzo, Danny Lloyd alcanzó el puesto de profesor asociado en una universidad de Kentucky, en la que intento ocultar a sus alumnos su pasado como actor. 

Pudimos volver a verle en el documental de 2012 "Habitación 237", sobre el significado oculto de “El resplandor”, y en la película de 2019 “Doctor Sueño”, dirigida por Mike Flanagan, una secuela directa protagonizada por el personaje de Danny Torrance, en la que Lloyd hace un cameo como espectador de un partido de béisbol.

Al margen de esas ocasiones especiales, tiene claro que su carrera como actor fue corta y guarda muy buen recuerdo de ella: "Definitivamente lo intenté, pero estoy feliz con cómo salieron las cosas. De todos modos, una vida en Hollywood probablemente no hubiera sido para mí". El profesor está casado desde hace años y tiene cuatro hijos.