La ley de Newton que se ha interpretado mal 300 años y ahora tiene en vilo a físicos y filósofos
Una traducción errónea de la primera ley de Newton ha provocado que durante 300 años la hayamos malinterpretado
El filósofo Daniel Hoek descubrió este error al preguntarse por qué Newton haría una ley sobre algo que no existe
Figuras como Einstein fundamentaron parte de sus investigaciones en esta interpretación equivocada
Desde que Isaac Newton planteó sus famosas tres leyes en 1687, éstas han servido para dar explicación a todos los tipos de movimiento. Tanto el de objetos creados por el hombre -medios de transporte o maquinarias- como los fenómenos de gravitación universal. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que una traducción errónea de la primera ley ha provocado que durante 300 años hayamos estado malinterpretando conceptos fundamentales sobre los que se han basado teorías tan importantes como la de la relatividad de Albert Einstein. Un error que nos invita a reconsiderar nuestra comprensión del cosmos.
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La traducción de la discordia
La primera ley del movimiento, comúnmente parafraseada como "los objetos en movimiento tienden a permanecer en movimiento, y los objetos en reposo tienden a permanecer en reposo", la formuló inicialmente Newton en latín en su libro 'Philosophiae Naturalis Principia Mathematica', y dice: "Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento rectilíneo uniforme, excepto en la medida en que se vea obligado a cambiar de estado por fuerzas impresas".
Sin embargo, una traducción al inglés realizada en 1729 por Andrew Motte contribuyó a una interpretación errónea del latín "nisi quatenus" que ha perdurado durante 300 años al usar la expresión "a menos que" en lugar de "excepto en la medida", lo que cambia sutilmente el significado original de las leyes de Newton.
Una sutil diferencia de interpretación
En un reciente estudio publicado en la revista 'Philosophy of Science', el filósofo del lenguaje y las matemáticas Daniel Hoek, argumenta que muchos filósofos de la ciencia han interpretado erróneamente que esta frase se refiere a cuerpos que no tienen ninguna fuerza actuando sobre ellos, algo que considera desconcertante dado que no existen cuerpos en el universo que estén libres de fuerzas externas. Por eso se preguntó por qué Newton haría una ley sobre algo que no existe.
Así Hoek llegó a la conclusión de que Newton no tenía la intención de referirse solo a cuerpos imaginarios sin fuerzas, sino que quería señalar que el movimiento solo cambia en la medida en que una fuerza lo afecta. En otras palabras, en lugar de describir cómo un objeto mantiene su impulso si no se ejerce ninguna fuerza sobre él, la nueva lectura demuestra que Newton quería decir que todo cambio en el impulso de un cuerpo, ya sea una caída, una sacudida, un giro o un impulso, se debe a fuerzas externas.
Este detalle aparentemente insignificante puede ciertamente resultar asombroso para aquellos inmersos en el mundo de la física y la filosofía. La sutil distinción en la interpretación de la primera ley del movimiento conecta de manera más profunda la física de la Tierra con la de los confines lejanos del espacio.
Hoek admite que la reinterpretación no ha cambiado ni cambiará la física, pero arroja luz sobre lo que Newton realmente pensaba. Además, algunos expertos señalan que podría ser importante porque Einstein se basó en las leyes de Newton, y las interpretaciones erróneas de la primera ley se han utilizado para argumentar desacuerdos filosóficos fundamentales entre las teorías de Einstein y Newton. La conclusión es que hay que tener siempre precaución con la fuentes originales y ser precisos en su interpretación.