Siempre hay dos veranos. El de los felices humanos disfrutando al aire libre, jugando, bronceándose, disfrutando de amigos y de su tiempo…. Y el verano lúgubre y triste de esas plantas agonizantes que dejaste casi sin agua suplicando que llegues pronto y aguantando como pueden. Sé responsable y engaña a algún colega que pase a darles agua al menos un par de veces por semana, venga… ¡Ánimo plantas!