Broncas, espadas y un asesinato: Villarán explica el lado oscuro (de verdad) de Caravaggio
Según el historiador de arte, André Berne- Joffray, con Caravaggio comenzó la pintura moderna
Se encargó de perfeccionar la técnica del claroscuro para dar mayor dramatismo a las figuras de sus cuadros, modelos escogidos entre la gente de baja condición
Para el artista no existían las medias tintas y todo va más allá de una simple provocación. Lo cuenta García Villarán en el vídeo de este nuevo episodio de 'Vaya cuadro'
Con Caravaggio, según el historiador de arte, André Berne-Joffray, comenzó la pintura moderna. Aunque el uso de las sombras venía de antes, fue el pintor italiano quien se encargó de perfeccionar la técnica del claroscuro. Quería dotar a sus figuras de mayor dramatismo, casi el mismo que vivían en sus propias carnes los modelos que usaba. Los escogía entre la gente de más baja condición.
Lo más curioso es que los introducía en escenarios religiosos; véase sino 'La muerte de la virgen' de la que existen rumores sobre que se trataba del cadáver de una prostituta a la que encontraron en el río Tíber. Eso le ocasionó algún que otro conflicto con la Iglesia. No hay duda de que a Caravaggio le chiflaba escandalizar. Aunque lo cierto es que la cosa va más allá de una simple provocación pictórica y eso es lo que cuenta nuestro experto en arte, García Villarán, en este nuevo episodio de 'Vaya cuadro'.
El nombre completo del artista italiano es Michelangelo Merisi Da Caravaggio. Lo tomó del lugar donde trabajaba su padre, Fermo Merisi, como administrador y arquitecto decorador del Marqués de Caravaggio. Su madre, Lucía Aratori, pertenecía a una familia adinerada de Milán, ciudad donde nació el pintor. Cosechó éxitos en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los años 1593 y 1610. Es considerado el mayor exponente de la pintura barroca. Su obra volvió a despertar interés en el siglo XX. Un crítico de arte, Roberto Longhi, afirmó que "Ribera, Vermeer, La Tour y Rembrandt nunca podrían haber existido sin él. Y el arte de Delacroix, Courbet y Manet habría sido totalmente diferente".