Actualmente, es posible identificar, gracias a una aplicación móvil, una obra de arte. No, todas. Y por supuesto tampoco la que lleva varias décadas en casa de Christopher Wright, un historiador de arte inglés. En ella que aparece la infanta Isabel Clara Eugenia vestida con un hábito de monja. Tras la muerte de su marido, el archiduque Alberto VII de Holanda, permaneció como regente en el país. Fue allí donde coincidió con Anton van Dyck. ¿Fue esta casualidad la que hace pensar que la pintura que posee Wright tiene la autoría del genio flamenco? No, exactamente. La historia es mucho más simple y, por supuesto, más asombrosa. Te la contamos en el vídeo.
Van Dyck produjo más de mil obras durante toda su carrera profesional. Trabajó en Italia y en Inglaterra; el éxito de Rubens rumbo le empujó a marcharse fuera de su patria. Aun así, las primeras obras tienen influencia del artista alemán y, más tarde, de Tiziano. Hizo retratos de una gran parte de la aristocracia inglesa de la época y también trató temas mitológicos y bíblicos.