En algún momento oí decir que para conocer a alguien lo más rápido es acudir a sus zapatos. Ellos te desvelan quién es esa persona, cuáles son sus intereses, en qué piensa, cuál es su serie favorita y casi casi hasta lo que come. Pero en verano, en medio de la playa, nadie lleva zapatos... ¿Cómo hacerlo? No desesperarse. Acudid a sus toallas. Ellas os hablarán de sus dueños. Aquí algunos ejemplos...