El tiempo es relativo. Exactamente relativo e inversamente proporcional a la edad que tienes. ¿Quién no se acuerda del tiempo infinito que tardaba tu madre o padre en terminar de saludar un vecino por la calle cuando eras pequeño? ¿Y de la velocidad a la que pasan las semanas cada vez que cumples un año más? Pues eso: mi colaboración por un mundo mejor para Uppers.