Lars Von Trier: "Me preocupa que el Parkinson me haga más estúpido de lo que ya soy"
Pese a que fue diagnosticado hace cuatro meses, no lo hizo público hasta principios de agosto, tras un proceso de aceptación
Von Trier no tiene intención de retirarse, aunque puede que se tome un pequeño receso hasta que se adapte a la enfermedad
"Me consideraría a mí mismo fuera de mis cabales si dijese que esta enfermedad va a evitar que siga haciendo películas"
Fue a principios del mes de agosto cuando el polémico director de cine danés, Lars Von Trier, fue diagnosticado de párkinson a sus 66 años. La noticia fue un batacazo para el mundo artístico que se preguntaba si seguiría o no dirigiendo. Ahora parece que Von Trier, coincidiendo con su aparición en el Festival de Venecia para presentar la última temporada de su serie ‘The Kingdom: Exodus’, ha querido aclarar a periodistas de varios medios y países cómo va a afrontar la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa.
El humor por bandera
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Aunque ya es evidente que le está afectando, precisamente fue en el rodaje de la serie cuando empezó a sufrir los primeros síntomas, asegura que la enfermedad no le ha vencido y no va a abandonar su trabajo. "Me consideraría a mí mismo fuera de mis cabales si dijese que esta enfermedad va a evitar que siga haciendo películas", aseguraba en una entrevista en The Hollywood Reporter.
El sentido del humor es algo que parece no haberle abandonado, aunque por el momento no sabe el grado de afectación cerebral que padece. “La cuestión principal es saber cuánto ha destrozado la enfermedad mi cerebro y cuánta parte se ha comido para ver si puedo empezar a trabajar de nuevo. Quizá, a partir de ahora, mis películas sean todavía peores”, bromeaba el danés al periodista del medio estadounidense.
Con el mismo humor le contestaba al periodista español Luis Martínez en una entrevista para El Mundo, asegurando que su máxima preocupación no es la enfermedad en sí. "Me preocupa que el Parkinson me haga más estúpido de lo que ya soy".
Un pequeño receso
Asevera que necesita tiempo pasa acostumbrarse y que, cuando lo haga, su trabajo se verá menos impactado por la enfermedad. No obstante, prefiere normalizar la afección que él mismo considera muy común, “Creo que al menos 80.000 daneses la padecen”. El director se muestra aliviado por haberlo contado, “Podría parecer que soy un egoísta y puede que lo sea. Pero siempre me han gustado los beneficios de compartir las cosas tal y como son".
Aunque deja claro que su futuro como director no corre peligro, es cierto que no precisa cuándo volverá a ponerse al frente de una grabación. “Me voy a tomar una pequeña pausa (…) Simplemente tengo que acostumbrarme a estar tembloroso y que eso no me avergüence delante de la gente. Y después a seguir, ¿qué mas puedo hacer?” explicaba a los periodistas en la Biennale.