¿Qué fue de Jean Claude Van Damme y por qué Hollywood lo puso en su lista negra?
A mediados de los noventa, Jean Claude Van Damme se codeaba con los mejores del cine de acción y su carrera parecía ser imparable con un éxito tras otro de taquilla
Después, Van Damme ha reconocido que no es una estrella de cine sino una marca; el público le conoce por su nombre más que por sus películas
Los consejos de Arnold Schwarzenegger sobre la depresión a un fan
Cumplió 61 años el 8 de octubre, así que hemos querido saber qué fue de Jean Claude Van Damme, un actor que ha vivido como en una montaña rusa en el ámbito personal y profesional. Sin embargo, a pesar de todos sus altibajos y de que durante muchos años estuvo vetado en la meca del cine, ha logrado convertir su nombre en una marca: JCVD. Desde Uppers hemos investigado por qué Hollywood puso a Jean Claude Van Damme en su lista negra.
Para entender qué provocó su casi total desaparición de las pantallas hay que retroceder a finales de los ochenta y principios de los noventa. Jean Claude protagonizó de una a dos cintas por año con un inmenso éxito de taquilla: Cyborg y Kickboxer en 1989; Lionheart en 1990; Doble impacto en 1991; Soldado universal en 1992; además de Timecop y Street Fighter en 1994. Por entonces ya le estaba empezando a sentar mal la fama, mantenía una cierta relación con las estrellas del momento en Hollywood como Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger o Steven Seagal y su tercer matrimonio estaba roto.
MÁS
Juan Diego Botto, el director del margen: "Mi película nació de un chaval de mi niñez cuya madre era prostituta"
Juliette Binoche, diez claves para entender su lado más rebelde: "Hacerse mayor también es bello"
Brad Pitt deja las cámaras y coge el cincel: su primera exposición como escultor ya se puede visitar
El rodaje de Street Fighter le aportó su salario más alto con siete millones de dólares, le alzó a la cúspide de su carrera, pero él mismo provocó que los directores le catapultasen al olvido. Columbia le puso sobre la mesa protagonizar tres películas con un contrato de 30 millones de dólares. No obstante, Jean Claude Van Damme quería más e hizo una contraoferta seguro de salir airoso. Exigió cobrar 50 millones de dólares, la misma cantidad que cobraba el actor mejor pagado por la industria cinematográfica hacia 1995, Jim Carrey. Columbia no aceptó y a continuación se le empezaron a cerrar todas las puertas.
Mucho después, en una entrevista que concedió a The Guardian, Jean Claude aseguró que “no se trataba de dinero. Estaba encadenando películas y siempre de promoción. Estaba cansado. Todo lo que tocaba era rentable. A Jim Carrey le pagaban una fortuna. Y pensé que a mí también me podían dar esa cantidad. Menudo idiota. Me pusieron en la lista negra y ahí se acabó todo”.
La crisis tras el éxito de Van Damme
En el terreno personal nada estaba bien y eso tampoco jugaba a su favor en esos años. Era adicto a la cocaína, se casó de nuevo, lo que suponía su cuarto matrimonio, tuvo que realizar rehabilitación debido a su deterioro físico e incluso fue diagnosticado con un trastorno bipolar. En 1999 se volvió a casar con Gladys Portugues, que había sido su tercera esposa. Parece que junto a ella ha encontrado la estabilidad emocional que necesitaba.
Muchos de sus trabajos en el cine han sido de poca calidad y su vida ha estado plagada de escándalos, adicciones y relaciones que acabaron mal. Sin embargo, Jean Claude nunca ha perdido la fe en sí mismo y recuerda a sus seguidores el éxito que obtuvieron ciertos trabajos. En los documentales que se han emitido sobre su vida destaca que a su madre le insistía en que quería formar parte del increíble mundo del cine desde muy pequeño y hacer realidad ese sueño americano. Además, supo buscarse la vida solo muy joven.
Cómo se convirtió en actor Van Damme
En realidad, su nombre es Jean-Claude Camille François Van Varenberg. Nació en Berchem-Sainte Agathe, un pueblo al oeste de Bruselas, y mientras pasaba las tardes viendo las películas que entonces echaban en el cine soñaba con que él también sería famoso. Su padre era florista, pero le convenció para aprender artes marciales, donde empezó a esculpir su físico junto a las clases de ballet. Con 16 años dejó la escuela y se dedicó al culturismo y a competir como Kickboxer, hasta que finalmente abrió su propio gimnasio en el centro de Bruselas bajo el nombre de California Gym.
Cuando acababa de cumplir los 21 años, en 1981, su primer matrimonio era un desastre y decidió vender el gimnasio para embarcar a Los Ángeles. Jean-Claude cuenta que se marchó con 8.000 dólares en la cartera y que no hablaba inglés. Durante unos años trabajó como conductor de limusinas y repartidor de pizzas y hasta en una fábrica de alfombras. Incluso se casó, pero se volvió a divorciar.
Consiguió algún papel destacable en ciertas películas como Retroceder nunca, rendirse jamás. Pero todo cambió cuando en un restaurante de Beverly Hills se atrevió a acercarse a Menahem Golan, el director ejecutivo de Cannon Films. Allí mismo levantó su pierna mostrando esa patada increíble por encima de la cabeza que le caracteriza. Su atrevimiento sorprendió a Golan que le contrató para rodar Bloodsport, una cinta de acción y artes marciales. Era 1988 y a partir de ese año no paró hasta que grabó Street Fighter en 1994. Sus películas tenían un bajo presupuesto, pero gustaban al público y reportaban abundantes beneficios en taquilla, aunque a la crítica no le gustaran.
Muchas cintas de Van Damme no se han estrenado en el cine
Lo cierto es que, aunque las grandes productoras ya no quisieran contar con él, siempre ha seguido participando en distintas películas o en las secuelas de las primeras cintas como Soldado universal o Kickboxer. Muchas de ellas ni siquiera se han estrenado en las salas de cine.
Su fe en sí mismo sigue intacta. Además, en varias ocasiones ha asegurado que “no soy una estrella de cine. Soy una marca. La gente me conoce por mi nombre, no por mis películas”.
En 2008 presentó JCVD en el Festival de Cannes. Se trata de un drama en el que se interpreta a sí mismo y que concluye con un emotivo y sincero monólogo. Tanto la crítica como el público alabaron su trabajo y volvió a ser respetado, que es lo que estaba buscando. Después, Jean-Claude declaró que, “si me das algo un poco más profundo, un mejor guión y un buen elenco, puedo hacer un gran trabajo”.
No obstante, no siguió ese rumbo y sus seguidores vieron cómo volvía a abandonarse también por la falta de proyectos de calidad. La ruleta de su vida profesional ha seguido girando. En 2017 estrenó la miniserie Jean-Claude Van Johnson en Amazon Prime cuya interpretación también ha convencido al público. La temática es curiosa: se supone que en realidad era un espía secreto camuflado en sus papeles en el cine.
Por último, en 2021 estrenó El último mercenario, una comedia de acción, en Netflix. Esta plataforma de streaming comprobó que muchas de las películas de Jean-Claude Van Damme han sido las más vistas de todo su extenso catálogo y quieren aprovechar el tirón. Además de todo ello, el actor sigue explotando su marca JCVD y parece que con éxito a través de documentales, merchandising, prendas de ropa o spots de publicidad.