Brooke Shields, de 57 años, fue una de las grandes estrellas de Hollywood durante los 80 y 90, cuando solo era una niña. Antes de alcanzar la fama como actriz ya tenía una larga carrera como modelo infantil, llegándose a publicar fotos de ella desnuda y sexualizándola, siendo aún menor. “Solo hacía lo que me decían”, dice ahora la actriz en el documental ‘Pretty Baby, Brooke Shields’, que repasa la vida de la actriz y donde ella misma revela datos escabrosos de su carrera, como que fue violada en sus inicios por un productor.
Con solo 11 años protagonizó la película ‘Pretty baby’, donde apareció desnuda y besaba al actor Keith Carradine, que entonces tenía 29 años. Tras ello, sin alcanzar todavía la mayoría de edad, participó en otras películas que también incluían escenas de sexo y desnudos. Todo esto antes de vivirlo en la vida real ya que, tal y como cuenta, rodó su primer beso o su primera escena de sexo antes de besar a alguien o mantener relaciones sexuales en la vida real.
Sin embargo, uno de los relatos más duros de la actriz protagonista de ‘El lago azul’ viene en unos años después. Pese a los trabajos en los que había participado, siendo sexualizada por los espectadores siendo una niña, Shields recibió una educación católica y en alguna ocasión habló abiertamente de su virginidad a pesar de haber rodado escenas sexuales, unos comentarios que años después comentó que no debería haber hecho.
Esto lo cuenta ahora en el documental, donde relata que, tras un parón en su carrera para ir a la universidad, se enteró de un casting para una película cuando le quedaba poco para graduarse, por lo que decidió hacerlo y probar suerte en el camino de retomar su carrera interpretativa. Quedó con el productor, que fue quien abusó de ella.
Según relata la actriz en su documental, este se desnudó y la violó. “Yo me dejé hacer, intenté no pensar, que no me hiciera daño y luego irme”, cuenta a cámara. “Era como una pelea, tenía miedo de que me asfixiara o algo así. No luché. Estaba totalmente petrificada. Pensé que un ‘no’ debía haber sido suficiente. Pensaba: 'mantente con vida y vete'”, dice durante una de las partes más duras del metraje.
Nunca lo denunció, es más, llegó a sentirse culpable, pues en ese momento no tomó consciencia de lo que había ocurrido hasta que al contárselo a un amigo le dijo que la habían violado. “Quería borrarlo de mi mente y de mi cuerpo y seguir en el camino que estaba”, recuerda de aquel momento.