El lado más personal de Antonio de la Torre: ex periodista deportivo, ecologista y padre de dos hijos

Antonio de la Torre Martín dejó atrás su carrera como periodista deportivo para entrar de lleno en el cine y demostrar que es uno de los mejores. Lo avala el récord de haber sido nominado en 14 ocasiones, el máximo de la historia de los Premios Goya. Este año, en vez de sentarse entre el público con los nervios de punta tiene otro papel. Antonio de la Torre, presentador Premios Goya 2023 junto a su compañera de profesión Clara Lago, será el encargado de amenizar la gala que se celebra en Sevilla este 11 de febrero.

En Uppers hemos querido repasar su trayectoria para conocer a Antonio de la Torre detrás de las cámaras, primero como informador deportivo y segundo como actor. Desde que en 1993 actuó en Lleno, por favor para la televisión y al año siguiente en la película Los peores años de nuestra vida demostró que había hecho bien en cambiar de rumbo. Tiene a sus espaldas más de 100 películas, además de una exitosa participación en series para televisión y en cortos.

Él se toma con humor eso de ser el más nominado, pero no el más premiado. De momento en su currículum destacan dos Goya por AzulOscuroCasiNegro de Daniel Sánchez Arévalo en 2006 y por El Reino de Rodrigo Sorogoyen en 2019. Entre ambos trabajos despuntan otros memorables como Gordos en 2009, donde como protagonista subió de peso más de 30 kilos, La isla mínima en 2014 con un papel secundario o La trinchera infinita en 2020. Estos tres papeles se sumaron a su lista de nominaciones a los Goya.

Antonio de la Torre nació el 18 de enero de 1968 en Málaga en un hogar convencional con un padre que trabajaba como administrativo y una madre sin estudios dedicada a la casa. Tras licenciarse en Periodismo en la facultad de Ciencias de la Información de Madrid volvió a su tierra para trabajar como periodista deportivo en Canal Sur Radio y después como presentador en Canal Sur Televisión. La llamada del cine hizo que durante esos años volviera a Madrid varias veces al mes con la intención de formarse en la carrera de actor en la escuela de Cristina Rota.

En una entrevista contó que su primer contacto con el mundo de la interpretación fue cuando era muy pequeño. Con 11 años entró en una compañía de teatro infantil, pero abandonó la aventura dejándose llevar por sus amigos. Antonio de la Torre recordó que mientras estaba rodando la película Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, y que se estrenó en 2013, se encontró con un compañero de entonces. Le desveló que tras su marcha de aquella primera experiencia el director aseguró que había sido una pena porque ya tan joven tenía madera de actor.

Aquellos que conocen y comparten los días con de la Torre le describen como metódico, honesto y generoso. En la profesión se le quiere y se le respeta al igual que él es muy agradecido con sus iguales. En determinada ocasión declaró que cuando estaba empezando, y Madrid no le resultaba una ciudad acogedora, algunas directoras ya contaban con él: Chus Gutiérrez, Icíar Bollaín o Ángeles González-Sinde.

El realizador Daniel Sánchez Arévalo atisbó su capacidad cuando escribió pesando en él su ópera prima AzulOscuroCasiNegro con la que de la Torre después consiguió el primer Goya como mejor interpretación masculina de reparto. A partir de ahí trabajó con los mejores. Almodóvar contó con él en Volver o en Los amantes pasajeros y Álex de la Iglesia en Muertos de risa, La comunidad o Balada triste de trompeta. Protagonizó la película Caníbal y otras en las que su papel secundario fue muy aplaudido como La isla mínima, Felices 140 o Que Dios nos perdone por la que también fue nominado a los Goya.

Antonio de la Torre es reservado con todo aquello que tiene que ver con su vida privada. Lo que sí reconoce es que es feliz en casa con su familia, se casó en 2008 con Rosario Charneco y tienen dos hijos, Martina y Daniel. La tranquilidad de desayunar con ellos y llenarles de felicidad es uno de los motores de su vida, al igual que su profesión o el fútbol. Como malagueño se declara fan del Málaga Club de Fútbol y le apoya pase lo que pase. También cree en lo que supone la cultura del esfuerzo y se pone a él mismo como ejemplo.

A lo largo de sus apariciones en público también deja a la vista su preocupación por el planeta que le va a dejar a los suyos. Es un firme defensor de la protección del medio ambiente y no le apura hacer campaña en favor de prácticas ecológicas o en contra del despilfarro de la comida. Antonio de la Torre cree necesario tratar los cambios climáticos como una urgencia y sobre todo desligarse de la forma de consumo actual. “Este debate debe estar en la agenda, el de cómo vivimos y lo que necesitamos para vivir”, aseguró en una entrevista hace dos años.

Igualmente apoya la labor de los sanitarios y del trabajo social y reclama un mayor papel del Estado en ambos campos. En sus publicaciones en redes sociales hay imágenes que muestran la soledad de los mayores y de aquellos que han quedado en la calle. El actor quiere despertar conciencias. Según sus palabras: “Intento poner mi grano de arena para un mundo mejor en el que creo y de tender puentes más que barricadas, aunque hay temas sobre los que creo que es moralmente un delito no pronunciarse”.

Ahora está de nuevo de cara a todo el país presentando los Premios Goya con Clara Lago. Unos días antes de la gala dijo en una entrevista dando muestras de su gran sentido del humor que le habían elegido a él “porque no había otro. Creo que han pensado que en la actual coyuntura yo soy el menos malo para presentar estos premios”.