El patinete de la comedia de Nanni Moretti o por qué nos cuesta tanto el cambio
¿Por qué nos cuesta tanto asumir los cambios?
En 'El sol del futuro', su última película, el director italiano encarna a un director de cine con dificultades para asimilar las nuevas exigencias de la industria
La cinta ha sido saludada por la crítica y para algunos representa el canto de cisne del realizador de la recordada 'Caro diario'
Nanni Moretti se ha pasado al patinete a los 70 y ha chocado con Netflix. En realidad lo ha hecho Giovanni, el director de cine al que interpreta en 'El sol de futuro', su última película. Pero en realidad sí lo ha hecho Moretti, porque Giovanni, como ocurría en 'Caro diario', su cinta más reconocida, es un trasunto del realizador. Lo ha dicho él mismo en una entrevista con Fotogramas: "No dicto mis guiones mientras nado en la piscina y no he pasado 40 años con la misma mujer. Respecto a todo lo demás que se muestra en la película, sí, Giovanni soy yo".
El asunto del patinete tiene su peso específico en esto, ya que en 'Caro diario', que dicho sea de paso acaba de cumplir 30 años, Moretti se paseaba por la ciudad en vespa mientras que en su nueva película lo hace en patinete eléctrico. Y tan contento. Pero hasta ahí los cambios bien llevados, hasta ahí ese subirse con donaire a la contemporaneidad de las baterías de litio. Porque todo lo demás parece irritar a Giovanni, empeñado en rodar un musical sobre los dilemas de la izquierda italiana de los años 50 y cuyo guion no termina de convencer a los ejecutivos de Netflix.
La desternillante escena de en el que le exigen más 'momentos WTF' (momentos 'what the fuck', entiéndase esto como giros sorprendentes de guion) es un ejemplo claro de desencuentro artístico, generacional, ideológico, estético... y la lista podría seguir. Por si fuera poco, a Giovanni lo quiere dejar su mujer después de 40 años porque ya no soporta su constante refunfuñar ante los cambios. Tampoco está en buenos términos con su hija. Y parece que lo único que le queda, el último bastión de su identidad herida, es su cine. Pero ahora ya ni eso.
¿Por qué nos cuesta tanto gestionar los cambios?
Nos cuesta tanto cambiar porque pensamos que al cambiar estamos dejando de ser una parte de nosotros. Asociamos cambio a pérdida de identidad, creemos que nada volverá a ser igual. Aunque el cambio que se nos plantea no tenga que ver demasiado con nuestra identidad, lo cierto es que todos hemos construido una identidad gracias a nuestro entorno y tareas actuales y dejar de hacerlas es percibido como dejar de ser quienes somos.
Aunque en realidad no es así, en realidad somos los mismos cuando cambiamos, pero haciendo cosas distintas. El cambio, pues, amenaza nuestra identidad. O eso creemos.
'El sol del futuro'' es particularmente edificante en ese sentido porque un director de cine es una persona que se dedica a ejercer el control, a generar universos en los que las cosas ocurren como él mismo decide que ocurran. Y los cambios precisamente, producen en nosotros la sensación de pérdida de control. Y es ese el verdadero conflicto de la cinta. La película que quiere rodar Giovanni a su manera explora además u conflicto similar: el de la izquierda italiana de los 50 que se debate entre mantener la fidelidad ideológica o criticar la violencia de los rusos que acaban de invadir Hungría. Porque el cambio ideológico es hueso duro de roer también.
Con sus toques de humor y de nostalgia, 'El sol del futuro' es un final de fiesta (literal: es impagable el momento Battiato) por todo lo alto para un cineasta que a sus 70 años todavía explora con sabiduría sus propios conflictos. Y esa es una buena manera de gestionar los cambios.