Muere Matthew Perry, Chandler Bing en 'Friends', a los 54 años de edad
El actor estadounidense tenía 54 años y un largo historial de problemas con el consumo de drogas
Fue su asistente quien lo encontró fallecido en su jacuzzi al regresar de hacer un recado
Parejas, grandes amigos y adicciones: muere Matthew Perry, Chandler de 'Friends', a los 54
El actor Matthew Perry ha sido hallado muerto este sábado en su casa de Los Ángeles después de, aparentemente, haberse ahogado en su jacuzzi. El medio estadounidense 'TMZ' afirmaba que la policía de Los Ángeles (California) lo había encontrado ahogado pasadas las 16.10, hora local.
Según han filtrado algunos medios, el famoso Chandler de 'Friends' practicó deporte el sábado por la mañana, regresó a su casa y envió a su asistente a hacer un recado. Fue precisamente esta trabajadora quien lo encontró al regresar un par de horas más tarde y quien avisó a los servicios de emergencias, que no pudieron hacer otra cosa que certificar su muerte.
MÁS
El actor estadounidense tenía 54 años y un largo historial de problemas con el consumo de drogas. Perry comenzó a actuar a los 10 años y recientemente contó en una entrevista que cuando empezó la grabación de su primer proyecto ya consumía alcohol y drogas: "Con 34 ya estaba metido en un montón de problemas".
Una vida marcada por las adicciones
El propio Matthew Perry relataba en su libro, 'Amigos, amantes y aquello tan terrible', sus momentos más complicados en 'Friends', la serie que le dio todo profesionalmente. Perry le daba las gracias a sus compañeros por ser "comprensivos y pacientes".
A modo de metáfora, Perry decía de ellos: "Es como los pingüinos. Cuando uno se pone enfermo o está muy herido, los otros pingüinos lo rodean y lo respaldan. Caminan a su lado hasta que el pingüino puede caminar solo. Eso es lo que hizo el elenco por mí".
No sabía parar
Su adicción a las distintas sustancias y al alcohol le hicieron llegar al punto de no poder recordar gran parte del rodaje de las temporadas 3 y 6. El actor intentó luchar contra ello creyendo que "podía manejarlo más o menos" pero conforme pasaron las temporadas y los años "muchos problemas se habían enquistado".
Pero no fue hasta los 34 años cuando se dio cuenta de que no podía con ello. "No sabía cómo parar (...) No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Así que se vuelve peor a medida que te haces más mayor", explicaba en su libro.