Maribel Verdú o cómo evolucionar bien con las décadas: "Me gusta que piensen que solo hago lo que me apetece"
Con sus 53 años Maribel Verdú no tiene prejuicios al elegir trabajos y busca oportunidades en todas las propuestas que le llegan
La actriz defiende la figura del coordinador de intimidad, “ojalá hubiese existido en mis 40 años de profesión", dice
Participar en 'Élite' asegura que le ha traído cosas muy buenas, la primera, que los jóvenes sepan que existe
Eran los años 80 cuando en la escena interpretativa surgió una joven que nadie esperaba que décadas después fuese una estrella, una de las damas de la interpretación española que, de proponérselo, podría trabajar muchísimo más en Hollywood. Era, y es, Maribel Verdú. A sus 53 años no tiene prejuicios y se suma a los proyectos que considera que le pueden aportar algo. Uno de los últimos ha sido ‘Élite’ o ser la madre de Flash en la película ‘The Flash’. 40 de años de carrera en la que eo costó recoger el prestigio tras años en los que no se le tomó enserio en la industria.
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Cara y cruz de sus inicios
Verdú llegó al cine en una época en la que el desnudo femenino estaba a la orden del día. “Lo hacían todas, todas nos hemos desnudado. Si no lo hubiera hecho me habría perdido ‘Amantes’ o ‘Y tu mamá también’. Luego han venido las otras películas importantes de mi carrera y ahí no he tenido que desnudarme, ni besar con lengua”, contaba hace unos años en El País
Además, nunca se ha cortado, en la misma entrevista añadía que las actrices están cada vez menos dispuestas a los desnudos y reivindica que al actor siempre se le ha tratado diferente. “Ellos siempre el culete. Si yo enseño tetas y chichi que enseñe él polla. Yo ahora no pasaría por ahí, los dos iguales o nada”, subrayaba.
Pese a tener un buen recuerdo de sus inicios sí que le hubiese gustado que muchas fuesen diferentes. Entre ellas, Verdú perdió la virginidad antes en el cine que en la vida real, por eso en una entrevista con Vanity Fair pone en valor la figura de coordinador de intimidad. “Ojalá hubiese existido en mis 40 años de profesión. Que en las escenas de sexo todo hubiese estado pactado por escrito y a ellos se les hubiese visto exactamente lo que a mí. Lo he pasado tan mal, tantas veces”, resalta.
No fue la única mala experiencia. En ‘La estanquera de Vallecas’ tuvo que sufrir las agresiones físicas de José Luis Manzano y en ‘El sueño de Tánger’ denunció a un compañero de reparto por acoso sexual, algo que solo supieron sus padres y el equipo de la película. “Hice lo que había que hacer. Ir a juicio. Y ya está. Lo corté de raíz”, expone sobre los Weinstein del cine español.
Su consolidación como estrella
Verdú empezó a tener un mayor recorrido en el cine español, especialmente tras ‘Belle Époque’, lo que le permitió trabajar con Bigas Luna, José Luis Garci, Ricardo Larraín, Carlos Saura, Alfonso Cuarón. Entre medias, teatro y ausencia de cine, pero no por gusto, sino porque no le llegaban guiones que le apasionasen de verdad, hasta que apareció Guillermo del Toro con ‘El laberinto del fauno’.
Un no parar de trabajar que se ha traducido en multitud de premios, entre ellos dos Goya (le tiene especial cariño al de 'Blancanieves'), y un saber adaptarse a los nuevos tiempos en los que las redes sociales son clave, pero no imprescindibles. Se abrió su Instagram hace años, una cuenta privada que llamó ‘Ratoncita de la casa’, con unos pocos seguidores.
Pero en un desfile de Giorgio Armani estaba con Miguel Ángel Silvestre y Claudia Cardinale y el modista fue a hacerse una foto con ellos. “A ver, déjame que te siga. ¿Cómo que lo tienes cerrado? ¿Cómo que ‘Ratoncita de la casa’? ¡Llamándote Maribel Verdú! ¡Haz el favor!”, recuerda en Vanity Fair que le dijo Miguel Ángel Silvestre. El actor le puso Maribel Verdú en su cuenta y subió la foto con la que ganó 1000 seguidores en un solo día.
Llegar al público joven
Hoy cuenta con más de 473.000 seguidores en Instagram y en los últimos meses muchos de ellos son recién llegados, jóvenes que la han descubierto con su aparición en ‘The Flash’, pero sobre con su participación en la última temporada de ‘Élite’.
“¿Por qué me voy a cerrar a que la gente joven sepa que existo? Me ha hecho muy feliz. Me han regalado un personaje maravilloso, el de una tipa con muchas aristas, con problemas mentales, que no se lo pone nada fácil a su hija”, explica sobre su fichaje, pese a los prejuicios previos.
Sobre los trabajos que ha hecho en Hollywood, que podrían haber sido muchos más, no lamenta para nada haberlos rechazado. “No habría alcanzado el prestigio que tengo fuera, lo sé porque mis amigos me lo cuentan, que en el extranjero piensan que soy esa actriz europea que vive rodeada de vacas en una finca y solo hace las cosas que le apetecen. Me gusta eso”, recalca.